Corre el año de 1744 cuando se comisiona una cómoda en laca negra con bronces al estilo Rococó al gran ebanista Bernard II Van Riesen Burgh (BVRB); la cómoda va destinada a la recámara de la esposa del Delfín de Luis XV, María Teresa Rafaela de España.

El 23 de enero de 1745 dicha cómoda fue recibida en Versalles y para 1746 pasaría a la segunda esposa del Delfín de Luis XV, María Josefa de Sajonia a la muerte de María Teresa.

El gran retorno al Palacio de Versalles de una cómoda de 275 años
El gran retorno al Palacio de Versalles de una cómoda de 275 años

La cómoda estaría en el Palacio de Versalles hasta los tumultos de la Revolución Francesa en 1789 cuando la subastan, de ahí se pierde la pista y vuelve a aparecer en otra subasta hasta el año de 1973 en París, en la casa de subastas Tajan, donde alcanza un precio de venta de un millón de francos.

El gran retorno al Palacio de Versalles de una cómoda de 275 años
El gran retorno al Palacio de Versalles de una cómoda de 275 años

Para estas fechas la procedencia Real de la cómoda ya está olvidada, los siguientes propietarios no tienen idea que algún día estuvo en el Palacio de Versalles y perteneció a las esposas del Delfín, ¡qué ganas que los objetos hablaran!

El gran retorno al Palacio de Versalles de una cómoda de 275 años
El gran retorno al Palacio de Versalles de una cómoda de 275 años

En 1981, con la autorización de los expertos del Museo de Louvre, se da licencia para ser exportada a los Estados Unidos después de que el anticuario Jacques Perrin la vende al anticuario americano Martin Zimet.

El gran retorno al Palacio de Versalles de una cómoda de 275 años
El gran retorno al Palacio de Versalles de una cómoda de 275 años

La cómoda se queda en la casa de Zimet hasta que este, en 1998, se retira y pide a la casa de subastas Christie’s que vendan 60 piezas de su propiedad con un valor aproximado de 25 millones de dólares. La cómoda es el lote más importante de la subasta gracias a la investigación del especialista de Christie’s Patrick Leperlier quien descubre el número 1343 escrito en tinta en la parte posterior de la cómoda. Al cotejarlo con los inventarios del Palacio de Versalles (Garde-Meuble de la Couronne) coincide perfectamente con la descripción del mueble entregado en enero de 1745.

El gran retorno al Palacio de Versalles de una cómoda de 275 años
El gran retorno al Palacio de Versalles de una cómoda de 275 años

Con ese descubrimiento, la casa de subastas da un precio estimado de 4 a 6 millones de dólares, que era casi el doble del alcanzado en subasta por un mueble con precedencia Real. Desafortunadamente, por los precios estimados tan altos y las reservas que se dieron, la subasta no fue exitosa.

Los medios franceses, al enterarse de la procedencia de dicha cómoda, culpan a los expertos del Louvre por haber autorizado la salida de Francia de tan importante pieza; el curador nunca vio el número 1343 en tinta y así el gobierno francés se perdió de una buena oportunidad de recuperarla para el Palacio de Versalles.

Hay que decir que en los años ochenta no se tomaban tan en serio los inventarios o marcas Reales en el mercado del arte. También es importante comentar que casi nadie sabía quién era BVRB, el ebanista de la cómoda, sino hasta el año 1959.

Christie’s vende la cómoda de forma privada y nuevamente se pierde de la vista pública hasta hace unos meses que el coleccionista que la compró decide venderla en forma anónima nuevamente a través de Christie’s y la subastadora la ofrece al Palacio de Versalles que está rescatando muchos de los muebles y objetos que se vendieron durante la Revolución de 1789.

La cantidad de 4 millones de euros que fue en lo que la compró el Palacio de Versalles es mucho dinero, pero lo hizo gracias a una donación de la Sra. Jeanne Heymann quien murió en Mónaco hace tres años y quien dejó una donación de 20 millones de euros exclusivamente para financiar la adquisición de los muebles que se dispersaron durante la Revolución Francesa para que volvieran a donde fueron fabricados originalmente.

Versalles fue muy cuidadoso de esta compra; se hizo una revisión exhaustiva de todo el mueble que tiene una calidad increíble según explica su director Laurent Salomé, y confiesa que después de las compras de ocho piezas (sillas y Bergères) que realizaron entre 2008 y 2012 a anticuarios parisinos y que resultaron no ser del siglo XVIII sino recién fabricados, se tomaron todas las precauciones. El resultado fue que, después de tantos años, la cómoda regresa a la misma recámara para la que fue fabricada.

Google News

TEMAS RELACIONADOS