La constante actividad física, mental y estratégica a la que están sometidos los tenistas del más alto nivel, produce comportamientos inesperados por ellos mismos. Los aficionados a estas grandes figuras, así como los representantes de los medios de comunicación, se sorprenden cuando ven que Carlos Alcaraz, con cuatro torneos de Grand Slam ganados y colocado como el tercero mejor en la clasificación, pierde el control en la derrota con el veterano francés Gael Monfils, en Cincinnati. El español dijo “perdí el control, soy humano. Traigo muchos nervios acumulados. Ofrezco disculpas, porque es pésimo ejemplo”.

A unos días de que inicie el US Open, tanto los mejores 10 jugadores en los hombres y un puñado de jugadoras, se presentarán con el objetivo de ganar el título. Jannik Sinner, Novak Djokovic y Alcaraz son los enemigos a vencer. En las mujeres, que son inconsistentes, hay tres o cuatro que pueden obtener el cetro, como Iga Swiatek, Aryna Sabalenka y Coco Gauff.

Djokovic y Alcaraz vienen de tener un desgastante torneo en lo emocional en París 2024, donde ambos querían obtener la medalla de oro. Los dos tenían un valor agregado, pues la representación del país (Serbia o España) iba por delante. Djokovic, Sinner y Alcaraz, como muchas otras estrellas, tienen presiones, juegan a pesar de sentirse mal. Tienen un mal día, pero se presentan y dejemos claro que a ninguno de ellos le gusta perder. Siempre salen a ganar y, si las cosas no salen bien, se molestan y suelen cometer este tipo de situaciones involuntarias.

Alcaraz mostró arrepentimiento por su comportamiento y el mal ejemplo que dejó, al romper sus raquetas. No existe justificación alguna, pero su juventud, su enorme responsabilidad de querer ganar todo lo que está en juego, las presiones a las que se encuentra sometido por su equipo de entrenadores, por los medios de comunicación y patrocinadores, lo harán recapacitar y no volverá a ocurrir.

Olvidemos aquellas épocas donde Djokovic, Roger Federer y Rafael Nadal acumulaban casi todos los trofeos y entremos a la nueva era de tener diversos campeones en cada certamen, estando siempre entre los favoritos Sinner y Alcaraz, pero quien se administre mejor tendrá mejores resultados.

Sinner es, por ahora, el mejor tenista del mundo y tiene un equipo tan profesional como el de Djokovic o Alcaraz.

El italiano es muy vulnerable a lesiones y se está administrando, jugando torneos mas específicos. Djokovic, por su edad, se admnistra muy bien y juega los certámenes clave. Por su parte, Alcaraz está jugando cada vez más torneos y este fue el resultado del exceso de actividad. Carlos saldrá adelante. Simplemente, dio un mal paso y lo mejor ha sido que —de inmediato— se dio cuenta. La lección parece haberla entendido... Ahora, le toca a su equipo, para que lo administre mejor.

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