El tema de la refinería Olmeca se puede examinar desde varias perspectivas: rentabilidad, oportunidad, empleo, desarrollo nacional o regional, impacto ambiental o seguridad nacional, entre otros. Desde la crítica, se argumenta que los 10 mil millones de dls. o más que se han invertido en dicha refinería debieron destinarse a proyectos más redituables y seguir adquiriendo en Estados Unidos la gasolina que nos falta, ya que el parque vehicular de nuestro país inevitablemente transitará de motores de combustión interna a eléctrica y las refinerías se volverán obsoletas.

La vida útil promedio de una refinería es de 30 a 50 años. Los optimistas sostienen que antes de ese tiempo el parque vehicular ya no demandará gasolinas. Esa es una posibilidad, pero no una certeza y mientras sigamos dependiendo de importar ese combustible, tendremos un flanco abierto en nuestra seguridad. La guerra entre Ucrania y la OTAN con Rusia es un ejemplo de cómo una vulnerabilidad potencial de varios países europeos, de la noche a la mañana se convirtió en realidad por su dependencia del gas de Rusia. ¿Nuestra compra de gasolina y gas a Estados Unidos estará siempre y en cualquier caso a nuestra disposición?  

Nuestra economía es ya parte de la economía norteamericana y no tendría sentido que Washington nos cortara el suministro de energía, pero también se pueden trazar escenarios diferentes. Un ejemplo: a fines de los 1930, México se propuso despenalizar el consumo de drogas prohibidas y ofrecerlas a los adictos bajo supervisión oficial. Mas tardó en conocerse ese programa que en cancelarse, porque Washington anunció que negaría a México el suministro de medicamentos. Apenas en 2019, la amenaza de elevar aranceles a productos provenientes de México obligó a nuestro gobierno a movilizar a la Guardia Nacional para cumplir con otra exigencia de Washington. Si nuestro país logra la autosuficiencia energética que se pretende, su seguridad nacional, siempre relativa por encontrarse dentro de la zona de influencia de la gran potencia del norte, será menos vulnerable.

Frente a la coyuntura que ha generado el violento enfrentamiento entre Ucrania y Rusia —en realidad un choque indirecto entre potencias— y que afecta a la economía mundial, el diario El País (02/07/22/) hace esta consideración: en condiciones de “confrontación o de descarnada competición entre potencias…un alto grado de dependencia exterior en materias o productos estratégicos puede convertirse en una debilidad letal [pues el actual] es un mundo en el que la globalización se reconfigura y el atlas geopolítico se mueve”.

Desde esta óptica, la nueva refinería en Tabasco es una decisión prudente y que también obligaría a examinar los riesgos que implica nuestra creciente dependencia de las importaciones de granos tan básicos como el maíz. La política de autosuficiencia alimentaria propuesta en 1980 por José López Portillo no cuajó, pero la idea misma sigue teniendo sentido frente a la predicción de hambrunas en ciertas regiones del planeta por razones climatológicas y políticas. Por su rentabilidad, hoy en México se alienta la producción y exportación de aguacate o de frutillas, pero debe evitarse que eso se convierta en un proceso de suma cero en donde dicha exportación se haga a expensas de la producción de granos básicos (La Jornada, 04-05 /07/2022). Para empresarios agrícolas el cambio de cultivos puede ser racional pero no necesariamente lo es desde la perspectiva del interés nacional.  

La búsqueda de autosuficiencia de una economía nacional moderna es simplemente un absurdo, pero no lo es una política que busque la disminución de la dependencia externa en áreas estratégicas.

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