Cada día el mundo se aleja del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 “Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición”, meta que se planteó a nivel global en el año 2015. El hambre en el mundo siguió aumentando en el 2021. Entre 702 y 828 millones de personas se enfrentaron al hambre en 2021, es decir, 150 millones de personas más desde 2019, antes del estallido de la pandemia de COVID-19.
Hoy en día, se prevé que casi 670 millones de personas — 8% de la población mundial — seguirán pasando hambre en 2030. Esta es una cifra similar a la del 2015, año de creación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Estamos retrocediendo en la lucha contra el hambre y esto tiene implicaciones sociales que no debieran pasar desapercibidas. Hay personas que estamos dejando atrás al no garantizar sus necesidades básicas de alimentación.
Este año conmemoramos el Día Mundial de la Alimentación bajo un contexto doloroso para el mundo, en un momento en donde se ha configurado una tormenta perfecta: bajo crecimiento económico, los efectos de la pandemia, altos precios de los alimentos y los impactos del cambio climático. Según el informe de las Naciones Unidas titulado El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022 (SOFI), alrededor de 2.300 millones de personas en el mundo carecían de acceso a una alimentación adecuada en 2021.
Comer en general y hacerlo de manera saludable se ha vuelto más costoso, casi 3,100 millones de personas no podían permitirse una dieta saludable en 2020, son 112 millones más que en 2019. Para México el costo de una dieta saludable ronda en 3.29 dólares por día y de forma individual.
Nadie debería quedarse atrás
Ya no tenemos tiempo que perder y es preciso empoderar a las personas que se quedan atrás transformando la forma en la que se produce, consume y distribuye nuestros alimentos. Los gobiernos, el sector privado, el mundo académico y la sociedad civil deben empoderar a los más vulnerables, mediante la transformación hacia sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, sostenibles y resilientes. Deben proporcionar la capacitación, los incentivos, la innovación y las tecnologías adecuadas a las personas vulnerables.
El camino para cumplir las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es un camino complejo, pero no imposible. Desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), trabajamos por respaldar la Agenda 2030 a través de la trasformación hacia sistemas agroalimentarios para conseguir una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor sin dejar a nadie atrás. Todo esto con una finalidad prioritaria: que todas las personas tengan que comer.
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Representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
