Desde 1982, la Convención para la Eliminación de todas las formas de discriminación (CEDAW) estableció en su artículo 8º que los Estados Parte deberían “tomar todas las medidas apropiadas para garantizar a la mujer, en igualdad de condiciones con el hombre y sin discriminación alguna, la oportunidad de representar a su gobierno en el plano internacional y de participar en la labor de las organizaciones internacionales”.
En todos los exámenes periódicos, el Comité de la CEDAW pregunta al Estado que rinde su informe, qué tanto han avanzado en la representación de las mujeres en el exterior. Aunque hay diferencias considerables de país en país, es claro que, aunque la representación va en aumento, todavía no es suficiente. Estamos muy lejos de la paridad.
Naciones Unidas declaró hace dos años que el 24 de junio sería el Día de las Mujeres en la Diplomacia. Cabe recordar que, en 1945, de los 850 delegados que firmaron la Carta de las Naciones Unidas, solo 4 eran mujeres: Berta Lutz de Brasil, Minerva Bernardino de República Dominicana, Hansa Mehta de la India y Begum Shaista Ikramullah de Pakistan.
En la historia de Naciones Unidas sólo 4 mujeres han presidido la Asamblea General: en 1953, Vijaya Lakshmi Pandit de la India; en 1969, Angie Elizabeth Brooks de Liberia; en 2006, Haya Rashed al Kalifa de Bahrein y en 2018, la ecuatoriana María Fernanda Espinosa.
En la cancillería mexicana ha habido 4 mujeres titulares: Rosario Green (1998-2000), Patricia Espinosa (2006-2012), Claudia Ruiz Massieu (2015-2017) y la actual Secretaria Alicia Bárcena.
Marcelo Ebrard entonces Secretario de Relaciones Exteriores, anunció en 2020 que México iba a adoptar una política exterior feminista para incluir la igualdad y la perspectiva de género en la agenda multilateral.
Como refuerzo de esta política, la semana próxima se va a llevar a cabo en la sede de la Cancillería, bajo el auspicio de la propia Secretaría, INMUJERES y ONU Mujeres, la III Conferencia Ministerial sobre Políticas exteriores feministas. Habrá representación de 50 países más la Unión Europea, Agencias Internacionales y sociedad civil. Se trata de una reunión de alto nivel para discutir sobre los retos actuales de estas políticas. El objetivo es identificar los desafíos comunes, las mejores prácticas, la colaboración y la acción colectiva para reconocer el potencial de las políticas.
Hasta ahora los países que han adoptado una política exterior feminista son: Suecia, Canadá, Francia, México, España, Luxemburgo, Alemania, Países Bajos, Liberia, Libia, Argentina, Chile, Colombia y Bélgica.
México ejerce un liderazgo importante en la materia. Cabe recordar que, desde 1975, año en que fuimos sede de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, que dio pie al nacimiento de la CEDAW, no hemos dejado de tener avances sustantivos y voz internacional con perspectiva de género.
En el evento del 1, 2 y 3 de julio, se va a hacer una evaluación de la plataforma de acción de Beijing y el planteamiento de las vías para acelerar, en materia de igualdad, los objetivos de desarrollo sostenible, en especial, la representación de las distintas mujeres en puestos de toma de decisión en los espacios internacionales.
Se abordarán también los temas de paz y seguridad, salud, cambio climático e inteligencia artificial. Habrá que poner atención a las propuestas que se hagan y a los acuerdos que se logren. Auguro avances significativos.