Hace unos días, Joe Biden juró como el presidente número 46 en la historia de los Estados Unidos e integró el gabinete más plural y diverso que se haya visto, en total correspondencia con las características de la población actual de ese país. El foco de mayor atención estuvo puesto sobre Kamala Harris al haberse convertido en la primera vicepresidenta del país vecino. Una mujer afrodescendiente, que además tiene raíces asiáticas.

Kamala llega 172 años después de la primera Convención sobre los derechos de la mujer celebrada en Séneca Falls en 1848, y justo 100 años después de que se aprobó, en 1920, la décimo novena enmienda a la Constitución de los Estados Unidos por la que se determinó que no se puede negar a un ciudadano el derecho al voto por causa de su sexo. Había sido la Décimo quinta enmienda, aprobada en 1870, la que estableció que no se podía impedir votar a un ciudadano estadounidense por razón de su raza, color o condición anterior a la esclavitud. A pesar de ello, en el sur de Estados Unidos existió la segregación racial bajo el principio de “iguales pero separados” que se rompió hasta los años 60 del siglo XX.

Kamala es heredera de los colectivos de mujeres que lucharon por el sufragio y también de las que buscaron el fin de la segregación, particularmente de la emblemática Rosa Parks.

En cuanto al número de mujeres en el gabinete, cabe recordar que había una tendencia de mayor inclusión hasta que se rompió con Trump. El porcentaje es hoy del 48%, en contraste con un 21% con Trump, un 33% con Obama, un 21% con Bush y un 24% con Clinton.

Janet Yellen, quien fuera la primera mujer presidenta de la Reserva Federal, es ahora la primera Secretaria del Tesoro. Deb Haaland será la primera mujer nativa americana en una Secretaría. Está al frente de la Secretaría del Interior. Avril Haines, quien ya había sido directora de la CIA, es ahora directora de la Agencia de Inteligencia Nacional. Además de Gina Raimondo en Comercio y Jennifer Granholm en Energía. Jen Paski será la Secretaria de Prensa en un equipo conformado solamente por mujeres. Con esta inclusión se rompe el prejuicio de que existen carteras más propias para una mujer.

En cuanto al origen latino, Alejandro Mayorkas de origen cubano estará al frente de la Seguridad Nacional —será el primer latino en la historia—; Xavier Becerra, hijo de migrantes mexicanos, fue designado Secretario de Salud y Miguel Cardona, de origen puertorriqueño, es el Secretario de Educación.

Lloyd Austin, Secretario de Defensa, fue ratificado por el Senado con 97 votos de 100 posibles. Es el primer afroamericano en ocupar el cargo. La mayor presencia de afroamericanos se había tenido con Obama: 42% del gabinete frente a un 52% del actual y con un gran contraste con el gabinete de Trump que tuvo un 83 % de gente blanca.

En cuanto a la población LGBTI+, Peter Buttigieg, Secretario de Transporte, es abiertamente gay y la Subsecretaria de Salud, Rachel Levine, es una mujer trans. Llegan después de 51 años de Stonewall.

Sin duda que a Estados Unidos le cambió el rostro de su administración hace unos días. ¡Hasta pareciera que vivimos en el siglo XXI! Sin embargo, esto no nos debe hacer olvidar que los que ahora quedaron como minoría y que en su momento llevaron a Trump a la presidencia, siguen y seguirán por ahí con su muro mental construido con tabiques de clasismo, racismo, sexismo y material antiinmigrante.

Experta Comité CEDAW/ONU.
@leticia_bonifaz

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