Han pasado muy rápido para mí, los dos años que llevo formando parte del Comité CEDAW. Como recordarán, en 2020 fui electa por un periodo de cuatro años para ser una de las 23 expertas que conforman el Comité que vela por la aplicación puntual de la Convención sobre todas las formas de Discriminación contra la Mujer. Comencé mi labor en enero de 2021 en plena pandemia. Mis primeras dos sesiones fueron virtuales. Fue hasta octubre de ese año cuando pude conocer personalmente a mis colegas e interactuar con ellas.
El Comité se renueva por mitad cada dos años, así que iniciamos el presente periodo de sesiones con siete nuevas compañeras. Vienen de Israel, Egipto, Sri Lanka, Cuba, Uganda, Estonia y Nigeria. Lograron su reelección mis compañeras de Trinidad y Tobago, Japón, Bulgaria y España y el colega de Azerbaiján.
La Presidencia del Comité se va rotando. Le toca cada dos años a distinta región del mundo. Y, justo en los dos primeros años de mi encargo, la Presidencia correspondió al grupo de América Latina y el Caribe (GRULAC). Elegimos a Gladys Acosta, de nacionalidad peruana, para el periodo 2021-2022. Gladys tuvo, a pesar de los tiempos de pandemia, una excelente gestión. Su legado más importante fue la aprobación de la Recomendación General No. 39 sobre mujeres indígenas. La urgencia mayor fue reaccionar a la crisis en Afganistán y a las consecuencias para las mujeres de la guerra en Ucrania.
La presidencia le corresponde ahora a Europa y es Ana Peláez, de España, quien llevará la conducción del Comité CEDAW este año y el siguiente.
La llegada de Ana trae adicionalmente un plus porque se trata de una mujer ciega de nacimiento. Antes fue integrante del Comité para las personas con discapacidad de Naciones Unidas (CRPD). En el Comité se han hecho todos los ajustes razonables para que ella pueda desempeñar su encargo sin obstáculo alguno. La asociación española ONCE, a la que ella pertenece, ha estado proporcionando todo el apoyo para que estén listos en braille todos los documentos guía de las sesiones.
La actual composición de CEDAW es la siguiente: 5 mujeres vienen de África, 6 son asiáticas, 4 europeas, tres mujeres y un hombre de Europa del Este y somos cuatro las de América Latina y el Caribe. Tres caribeñas y yo. Habrá que buscar en dos años mayor representación de nuestro continente.
En cada periodo de sesiones vemos una radiografía del mundo. Se revisan los avances que están teniendo cada uno de los países que presentan sus informes periódicos. Son evidentes los contrastes entre el norte y el sur de mundo, así como los esfuerzos de todos por avanzar en temas comunes. Se observan, en cada ocasión, las nuevas geografías políticas y, en los últimos tiempos, los efectos de la pandemia que, en casi todos los países, implicó retrocesos respecto de los derechos de las mujeres. Hay temas que son recurrentes por la omnipresencia del modelo patriarcal en el mundo, independientemente de la región en la que nos enfoquemos.
En esta primera semana de trabajo el primer país examinado fue Hungría, siguieron Georgia, Noruega y Túnez. La próxima semana veremos Bahrein, Mauritania y Eslovenia. En esta ocasión el único país latinoamericano sometido a examen será Costa Rica.
Inicio la segunda parte de mi gestión con un compromiso reforzado. Todo lo que esté a mi alcance de hacer por los derechos de las mujeres del mundo, será realizado con pasión y entrega. A darle.
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