Desde hace cuatro años la Ciudad de México ha experimentado una reducción histórica en sus niveles de violencia e inseguridad . Se trata de la disminución más importante en los niveles de delitos de alto impacto (60% en el caso de los homicidios dolosos y 55% en delitos como el robo de auto), en los últimos 15 años.
La nueva política de seguridad pública capitalina y la atención particular de aspectos relacionados con la calidad de vida de las personas, principalmente de los estratos más vulnerables, han dado buenos frutos.
El trabajo de las diferentes autoridades i nvolucradas en la estrategia de seguridad, como la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) y las autoridades que participan todos los días en el gabinete de seguridad, incluida la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, es palpable pese a quien sostenga lo contrario.
Los resultados de la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Pública Urbana (ENSU) del INEGI, publicados en julio de 2022, revelaron que la percepción de inseguridad entre los habitantes de la urbe continuaba a la baja y se había colocado en 21.2%, entre el segundo trimestre de 2019 y 2022.
A diferencia de entidades como Guanajuato (que arrastra tres años consecutivos como el estado más violento del país), el Estado de México (que posee la mayor tasa de víctimas a nivel nacional) o Zacatecas (con territorios completos cooptados por la delincuencia organizada); la CDMX ha venido avanzando de manera sostenida en la mejora de sus condiciones de seguridad y también en sus políticas de bienestar, éstas últimas indispensables para lo primero.
De hecho, como parte de la estrategia de seguridad de la capital, se ha puesto especial atención en el pilar denominado “ Atención a las causas”, que implica la atención de las fuentes de la violencia y la delincuencia, mejorando aspectos relacionados con la calidad de vida: educación, servicios de salud, acceso a la vivienda, cultura, deporte y recuperación de los espacios públicos, entre otros.
En materia educativa, por ejemplo, el gobierno de la Ciudad de México ha hecho inversiones sustanciales para apoyar con becas a los estudiantes de educación básica y ha ampliado la oferta de educación superior con la creación del Instituto de Estudios Superiores “Rosario Castellanos” y la Universidad de la Salud. Un reto pendiente aquí, es llevar la educación a todas las demarcaciones de la ciudad, pues actualmente se concentra en tres alcaldías (Coyoacán, Gustavo A. Madero e Iztapalapa).
Ahora bien y volviendo al tema de la seguridad, en los últimos cuatro años se ha dado prioridad a la mejora integral de las condiciones de la policía capitalina. La SSC ha trabajado en la formación, capacitación, profesionalización, equipamiento y mejora de las condiciones de las y los policías capitalinos.
Lo mismo se ha profundizado en el perfeccionamiento de los métodos de investigación y la colaboración entre las distintas instancias de inteligencia policial. Así, por ejemplo, fue posible dar con los responsables del atentado contra el periodista y comunicador Ciro Gómez Leyva, a menos de un mes de que se perpetrara el ataque. Esto, en voz de la propia jefa de Gobierno, como un ejemplo de que en la ciudad se está poniendo un alto a la impunidad.
Las autoridades de la capital sin duda alguna han hecho un buen trabajo. Regatear los buenos resultados en este terreno sería mezquino, aunque en estos tiempos no sorprende quien sigue recurriendo a ese discurso fácil y que nada abona a la gobernabilidad de la ciudad.
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