Las escenas de la agresión a Roberto Noricumbo, vecino de la Alcaldía Cuauhtémoc, en Paseo de la Reforma y a plena luz del día, son por demás indignantes. Aunque lo anterior ya derivó en una denuncia penal por el probable delito de lesiones dolosas, la pregunta más importante aquí es ¿quién está para defender a los ciudadanos ante los excesos de las autoridades?
El caso ya está en manos de la Fiscalía General para la Investigación de los Delitos Cometidos por Servidores Públicos, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y con la Contraloría de la Ciudad de México. Y aunque el propio presidente López Obrador condenó los hechos, no hay palabras que reparen la terrible experiencia que vivió Roberto a manos de "servidores públicos".
El abuso de autoridad está tipificado en el Artículo 215 del Código Penal Federal. Por ello, la ley deberá prevalecer y el caso no debe quedar impune. Sin embargo, repito, ¿quién está siendo la voz de todos esos vecinos de la Alcaldía que han visto atropellados sus derechos con toda clase de excesos, abusos y frente al uso indebido de sus impuestos?
Pues bien, la obligación de las y los Diputados es precisamente ser un amplificador de la voz de los ciudadanos. Recoger de primera mano las necesidades y demandas de los habitantes de su distrito y llevarlos al centro de debate público para encontrar soluciones. Pero también y muy importante, la de acompañar y defender a la ciudadanía, ante los abusos de quienes tendrían que velar por sus intereses desde los espacios de toma de decisiones.
Los escándalos y casos de abuso de autoridad en nuestra Alcaldía son conocidos por todos y están bien documentados en las redes sociales. Desde elementos policiacos, microemprendedores, comerciantes y ahora también los propios vecinos de la Cuauhtémoc; todos han padecido ese tufo de autoritarismo, agresividad y uso excesivo de la fuerza.
Pero insisto, ¿dónde están o han estado esos representantes que tendrían que estar defendiendo a las y los vecinos de la Alcaldía ante estas situaciones?, ¿Quienes de los actuales Diputados se han pronunciado ante el derroche de recursos en la promoción política de una persona y la falta de servicios públicos de calidad en la Alcaldía?
De hecho, en el Código de Responsabilidad Parlamentaria del Congreso de la Ciudad de México, se establece como responsabilidad de las y los Diputados: "cumplir con funciones destinadas a satisfacer el interés público", "denunciar ante las autoridades correspondientes, los actos de los que tuvieran conocimiento en ejercicio de sus funciones" y "velar por la buena gestión y la legalidad en el uso del patrimonio público".
Entonces, ¿por qué no hemos visto a los actuales representantes tomando cartas en asuntos tan graves y de interés colectivo para todos quienes vivimos en la Cuauhtémoc?
Desafortunadamente, las y los vecinos de nuestra demarcación han tenido que enfrentar solos la falta de resultados y este tipo de situaciones, que sin duda siguen distanciando a los ciudadanos de sus autoridades. Para crear una nueva cultura política y construir una nueva relación cívica, es necesario e impostergable que la ciudadanía se sienta realmente representada, acompañada y sobre todo, defendida por sus legisladores, frente a las estructuras de poder que sobre ejercen sus atribuciones.
Sin esta condición, indispensable para la participación, la justicia social y la seguridad de todas y todos; no accederemos a una verdadera democracia representativa. Hoy, gracias a la tecnología y el acceso a las diferentes plataformas de comunicación digital (redes sociales) todo puede ser fácilmente documentado y se puede establecer comunicación inmediata con los representantes ciudadanos. Para actuar únicamente se ocupa voluntad, compromiso y palabra con la gente.