El Presidente hablará mañana ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Tres componentes alimentan la curiosidad por saber cuáles serán los alcances de su intervención. El primero es porque AMLO no es proclive a participar en estos foros, por tanto, será su primer discurso presencial ante un órgano tan importante. El segundo es porque lo hará en su calidad de Jefe del Estado que preside el Consejo y, en consecuencia, ejercerá una de las responsabilidades más delicadas en el sistema internacional. Hay quien se pregunta si optará por un discurso canónico o bien por uno más personalizado, como el que pronunció de forma remota ante la Asamblea de la ONU en 2020. Creo que, dada la relevancia del foro y la responsabilidad (y peso) que tiene México, AMLO optará por un discurso canónico y constructivo. El tercero es por el encuadre que le dará al argumento con el que México quiere marcar su presidencia. Adelantó que hará una crítica al neoliberalismo, pero será interesante ver cómo hace compatible la agenda de paz y seguridad, materia central de ese órgano, con la desigualdad y el combate a la corrupción.

Ningún discurso de López Obrador tendrá más impacto internacional que éste y por ello, hay expectativas por ver cómo equilibra una tradición política multilateralista, que ha dado mucho prestigio al país, con su toque personal. AMLO ha demostrado que cree en los principios de política exterior consignados en la Constitución y es muy probable que los recuerde y que, de paso, rememore la larga tradición de defensa de la legalidad internacional que este país ha hecho. No creo que se aparte de las líneas principistas pero, dejaría de ser él si no le imprime su sello. Veremos cuánto arriesga y cómo lo reciben.

La participación de México como miembro electo del Consejo es una expresión de confianza de la comunidad internacional hacia nuestro país y hasta ahora, la conducción ha sido constructiva e impecable. El embajador De la Fuente ha conseguido, en estos 11 meses, participar con solvencia y credibilidad en debates sobre los temas más relevantes del Consejo. La voz de México se escucha con atención porque no ha hecho llamados incendiarios ni ha introducido elementos conceptuales desconcertantes. Espero que no sea una alocución para consumo interno y que el Presidente aproveche la histórica sesión para escribir una página más de la muy fecunda historia del multilateralismo mexicano que, por cierto, Claude Heller ha resumido de forma brillante en un libro publicado por el Colegio de México (Historia mínima de las relaciones multilaterales de México).

Mañana será un día importante en la historia de la diplomacia multilateral. La presencia del Presidente en Nueva York le deberá dar más relieve a los temas que México ha propuesto en su bienio y dará mayor visibilidad a los énfasis anunciados en presidencia que son el ya mencionado (sobre el que disertará AMLO), las armas ligeras y un diálogo sobre el desarme, además del acento en la feminización de las misiones y la incorporación de una perspectiva de género en la renovación de mandatos. Finalmente los países tienen credibilidad por la transparencia con la que manejan su agenda. La presencia de López Obrador, en buena lógica, endosará y potenciará el trabajo de De la Fuente no solamente en estos meses de presidencia, sino en toda nuestra participación bianual que, por cierto, a partir del año próximo compartiremos con Brasil.

Analista.
@leonardocurzio