El presidente ha repetido que la mejor política exterior es la interior, es decir un país es respetado cuando está en orden y sus instituciones funcionan. Lo mismo sucede con la seguridad: un país es respetado cuando sus instituciones garantizan, a propios y extraños, que las reglas se respetan y a los criminales se les arrincona y detiene.

La detención del Mayo Zambada es una especie de glorieta de la que parten tres avenidas que, supongo, no tendrán retorno. La primera es el abasto del fentanilo a Estados Unidos. Según la directora de la DEA, el cártel de Sinaloa tenía una preeminencia en ese sector de la economía criminal. Para el otro cártel que opera en México, el de Jalisco, esta es una oportunidad particularmente auspiciosa para ocupar parte de ese mercado. No debemos descartar que los remanentes de la estructura del cártel comandado por El Mayo disputarán palmo a palmo el lucrativo mercado que el insaciable apetito por drogas que tienen los vecinos crea. Esa es la gasolina que hace funcional el motor criminal. Se fue el mayo y vendrá junio, julio y agosto, porque el apetito por las drogas y el dinero no fenecen. Detenido el perro no se va con él la rabia.

La segunda avenida tiene que ver con la lucha interna de los Estados Unidos. Queda claro que después de desplegar una muy aparatosa estrategia contra el fentanilo, que incluía revisiones periódicas de la colaboración con México en las visitas de Sherwood Randall a Palacio Nacional. Ahora tienen este trofeo mayor que demuestra que tener buenas maneras y cortesía política con AMLO, no es óbice para preservar sus intereses nacionales. El operativo lo hicieron a espaldas del gobierno mexicano al que informaron cuando ya era un hecho consumado. Trabajar solos puede resultarles más práctico.

La tercera avenida es la mexicana y despierta todo tipo de incógnitas. En primer lugar, los controles migratorios quedan exhibidos de una manera lamentable, pues se llevaron a los detenidos desde Hermosillo y la autoridad mexicana no se enteró de su salida.

Es muy probable que en la construcción de su caso se despliegue una versión muy adversa a las autoridades nacionales, igual que ocurrió con el caso García Luna que, por cierto, el gobierno encontró fascinante y tremendamente útil. Ahora ese “criterio de oportunidad” se convierte en su pesadilla más grande. Durante años celebraron las versiones de una famosa escritora que publicaba versiones políticamente atractivas para su causa y no repararon que el descrédito de gobiernos anteriores en la lucha contra el crimen organizado iba a ser su propio descrédito. Es el historial crediticio del país, no de un gobierno. Ahora la palabra del Mayo será usada como “verdad revelada” ante audiencias y jurados predispuestos a escuchar la peor versión de lo que ha ocurrido en México y perjudicarán reputaciones y probablemente veamos caer torres muy altas.

Lo detuvieron (al Mayo) sin la colaboración del gobierno mexicano y eso prueba que el gobierno no pudo o no quiso detenerlo. Nuestros socios no se fiaron de la autoridad mexicana y usaron la poco comedida vía unilateral. Mal presagio para el gobierno que viene que deberá demostrar que la seguridad interior sí es una prioridad.

PD. Además, opino que es injusto heredar a Claudia el caso Ayotzinapa. De la verdad histórica pasamos al interminable esperpento.

Analista. @leonardocurzio

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