El jueves 25 de agosto se estrena en Netflix “El caso Cassez-Vallarta: Una novela criminal”. Es una serie documental en cinco episodios que narra uno de los casos penales más famosos de este país.
La historia inicia a partir de una transmisión por televisión en una mañana de diciembre del 2005. Las principales cadenas de ese momento mostraban un supuesto rescate de víctimas de secuestro en tiempo real y la detención de sus captores: Florence Cassez e Israel Vallarta. A los pocos días se descubriría que la hechura de la extraña escena había sido confeccionada por las propias autoridades. Era un montaje.
La serie dirigida por Gerardo Naranjo pone el foco en varias dimensiones del caso que sigue vivo a pesar de haberse iniciado hace casi 17 años. Está basada en la investigación de Jorge Volpi quién plasmó sus hallazgos de este enrevesado caso a lo largo de 504 páginas de su libro Una Novela Criminal, una obra descrita por el jurado que le otorgó el premio Alfaguara en el 2018 como: “un fascinante relato sin ficción”.
Cuatro años llevó a los realizadores concluir la nueva serie de Netflix que permite escuchar la voz sin filtros de los involucrados. Los personajes más importantes de esta historia siguen vivos y prácticamente la totalidad de ellos aparecen en pantalla. El Caso Cassez-Vallarta incluye los puntos de vista de los protagonistas: Arturo Zaldívar, Olga Sánchez Cordero, Felipe Calderón, Nicolas Sarkozy, Florence Cassez, Loret de Mola. También incluye la opinión de periodistas y analistas como Emmanuelle Steels, Jorge Volpi, Laura Barranco, entre muchos otros.
Alejandro Gerber, guionista y realizador para la serie, narra las dificultades a las que se enfrentó en la tarea de condensar el trabajo de Volpi, en contar una historia en movimiento y en tratar de dotar de sentido lógico a una verdad en fuga. Lamenta que la voz de Israel Vallarta haya quedado trunca. Israel espera todavía sentencia de primera instancia y lleva más de 16 años detenido en prisión preventiva desde la mañana del montaje.
“Pasamos cuatro años tratando de hablar con Israel Vallarta sin éxito. Esto es, en parte, una historia sobre la imposibilidad de acceder a un protagonista principal.”
Por otro lado, el propio Gerber lamenta haber dejado fuera de la pantalla los testimonios de Mario Vallarta y Sergio Cortez Vallarta, familiares de Israel quienes fueron acusados penalmente después de haber sido torturados de una forma bestial.
Los destinos de los miembros de la familia Vallarta nos muestran que la injusticia tiene una persistencia aterradora y que es prácticamente imposible hacer que un sistema de justicia corrompido se corrija a sí mismo.
“Lo más terrible… es que no sabemos qué pasó exactamente el día del montaje y los días previos”, resume Volpi sobre las lecciones de la historia retratada. Esta sigue siendo una historia sobre la imposibilidad de llegar a la verdad. “Los poderes económicos y políticos que intervinieron en este asunto hicieron hasta lo imposible por destruir la posibilidad misma de la verdad. Ese es el sentido del efecto corruptor del [que habla] el ministro Zaldívar.”
La justicia corruptora es un fenómeno que tiene que ver con todos los pasos pequeños y grandes que dieron las autoridades para ocultar quiénes eran las verdaderas víctimas y quiénes los verdaderos secuestradores.
Investigadora en justicia penal.
@LaydaNegrete
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