Ya lo hemos dicho en este espacio. Las niñas son buenas en matemáticas hasta que el sistema les dice que no lo son, para luego echarlas fuera del mundo STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) y cuando son adultas pagarles menos que a los hombres a las que osaron quedarse. A partir de los 6 años algunas niñas empiezan a sentir que las matemáticas no son lo suyo. ¿Cómo? Durante los primeros años de educación básica las niñas presentan mayor ansiedad que los niños a la hora de tomar un examen de esta materia. Y esto es debido a la creencia prevalente de que las mujeres son menos inteligentes que los hombres. Así lo dicen varios estudios, uno de los más recientes es el que realizó la Universidad de Zaragoza en 2021.

El cruel sistema patriarcal. Ese mismo sistema no solo le quita a las niñas, entre los 8 y 13 años, la confianza en su habilidad aritmética y de cálculo, sino también social y de imagen física, como lo comprueba la investigación hecha por Claire Shipman y Katty Kay, y publicada en 2018 en el libro The Confidence Code for Girls.

Y mientras las mujeres recuperan la confianza en sí mismas, poquito a poquito —porque no es que el sistema esté muy preocupado por ellas— y retan al statu quo ingresando a carreas STEM, en México salimos reprobados en la materia.

Según los más recientes resultados de la prueba PISA, publicados hace un par de días, el retroceso más pronunciado en la educación en el país se ha dado precisamente en matemáticas y ciencias. Bueno, también en lectura, pero este texto está enfocado en STEM, que serán las carreras mejor pagadas en el futuro que está a la vuelta de la esquina: desde 2025. Los resultados muestran que México padece rezago educativo desde hace diez años, ubicándose en la posición 51 de 81 países evaluados, y con 71 puntos menos que el promedio de los países de la OCDE. Además, el país regresó a los niveles observados en 2003 en matemáticas, y a 2012 en ciencia, pero el presidente López Obrador le dio la vuelta al asunto diciendo que esos resultados no los toman en cuenta, “debido a que todos esos parámetros se crearon en la época del predominio del periodo neoliberal”.

Datos del IMCO de 2022 aseguran que solo tres de cada diez profesionistas STEM son mujeres. “En todos los estados, las mujeres en carreras STEM tendrían que aumentar en al menos 71%, para alcanzar un nivel similar al de los hombres”, dice el reporte. Sumado a esto, la brecha salarial de género en el sector en México es de 18% promedio.

Al presidente López Obrador no le interesará tomar en cuenta estas pruebas, pero habría que explicarle varias cosas. La gravedad de reprobar en matemáticas y ciencia le impedirá a México, por ejemplo, seguir siendo esta oferta de programadores de software. La mano de obra que tanto dice. Si bien hoy somos un país conocido por su talento en el sector y la posición geográfica ayuda, por arriba nuestro en relación precio-calidad se encuentran India y Filipinas. Pero Brasil va que vuela. Que recuerde que la competitividad es global y cada día más. Y que sepa que, si las mujeres tienen más participación en STEM, además de cerrar la brecha de género si es que eso le interesa al gobierno feminista, se elevaría la competitividad de las industrias, dado que aumentaría la diversidad de perspectivas y la innovación, como está comprobado.

Con este resultado que muestra PISA, ¿cómo le vamos a hacer si ya ni para ser la mano de obra seremos opción?

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