Cerramos 2021 con una sola idea muy importante en la mente: “liberarnos del cubrebocas”, ¿pero aún ante el inminente uso masivo de fármacos contra el Covid-19 en 2022, ¿será posible esto? ¿Que esperamos entonces del año que comienza?
Aquí algunas reflexiones en torno a algunos temas que empiezan a discutirse:
-Uso masivo de Vacunas
2021 será recordado como el año de mayor inmunización de la historia de la humanidad (más de 11 mil millones de vacunas Covid-19). Si bien desarrolladas en un tiempo récord por la investigación previa, se espera una mayor velocidad en la producción de nuevas que protejan contra más de un virus (pan-corona).
Ahora se busca vacunas “más rentables”, “probadas” y menos onerosas en almacenamiento para que puedan llegar más fácilmente a los países pobres; así como tener una “biblioteca de vacunas avanzadas”, que con pequeños ajustes puedan ser adaptadas y estar listas para su aplicación.
-La salud mental, el capítulo no concluido de la pandemia
El miedo, la ansiedad y la depresión se dispararon durante la pandemia, con consecuencias posteriores muy importantes. Los efectos en la salud primero y después en la capacidad de generar ingresos, han tenido gran impacto desde que inició el Covid-19. Se estima que tan solo los trastornos mentales entre los jóvenes, que pueden provocar la discapacidad y muerte, tienen un costo de más de 390 mil millones de dólares al año. Los duelos, aislamiento, pérdida de rutinas e incertidumbre, siguen impactando a los jóvenes por brotes pandémicos que no terminan, y que ya ha afectado a los niños, también. Los servicios de salud mental irán en aumento. El uso de plataformas irá más allá de la conexión paciente/terapeuta. Los biomarcadores indicarán cómo los fármacos deberán ser utilizados por cada individuo, de acuerdo con su información genética, y los wearables y aplicaciones permitirán al paciente gestionar sus tratamientos.
-Mayor inclusión y diversidad en el emprendimiento
Si bien en 2021 los emprendimientos retomaron su auge, no así la diversidad de su origen. Por ejemplo, en los primeros ocho meses del año pasado, según Crunchbase, tan solo 2.2% de capital de riesgo fue destinado a mujeres emprendedoras. En tanto, los afroamericanos únicamente recibieron una pequeña fracción -poco más de 1%- de ese tipo de financiamiento total en Estados Unidos. En 2022 se espera un cambio, al observarse que cada vez los inversionistas ponen cláusulas en sus contratos para preferir financiamientos en empresas cuyos fundadores son de orígenes diversos. Aún más, tecnologías como la Inteligencia Artificial terminarán casi haciendo irrelevante el tema de exclusión, porque se pondrá más el énfasis en si las empresas son prometedoras, independientemente de su demografía o fundadores. Al final, la tecnología permitirá un acceso más democratizador a la creación de la riqueza.
-Reconvertirse o morir, el dilema de los centros comerciales
No cabe duda que la pandemia aceleró la transformación digital y, con ello, el comercio electrónico, al punto que Credit Suisse estima que a la ya elevada mortandad de 2020/2021 se sumará un 25% más de cierres en Estados Unidos. Aplica aquí la máxima de transformación en busca de la supervivencia para exaltar la economía de las emociones con agilidad y flexibilidad. Más allá de perfumes y lociones a la entrada de estos establecimientos para generar un estado de bienestar, las marcas deberán ser corresponsables en el cambio de “escenografía”.
-Verde que te quiero verde. Pareciera que es el objetivo de la industria de la aviación, en su proceso de descarbonización. Al ser la aviación altamente contaminante, responsable de 2% de la emisión total de dióxido de carbono y 12% de la producción de éste en el transporte, el tema estuvo presente en las discusiones del COP26. Queda claro que reducir su impacto ambiental mediante el uso de combustible sostenible (biocombustibles agrícolas y forestales) permitiría reducir en 90% la contaminación que generan los combustibles fósiles. Los primeros ensayos ya podrían ser evaluados en 2022 y en tres años más tener una aviación más sostenible.
Otros temas de discusión son la relocalización de las cadenas globales, el uso masivo de las criptomonedas, la interconexión de las redes eléctricas, la débil recuperación y el fantasma inflacionario, entre otros. Sin duda, son grandes los desafíos que seguirán definiendo la “nueva normalidad”.
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