¿El periodo electoral se adelantó? Sí, y es otro de los impactos de la pandemia. El no haber domado la pandemia y el resultado económico desastroso que lejos de cumplir la promesa de 4% de crecimiento, dejará un saldo de 12 millones de pobres más y una retracción de doble dígito del Producto Interno Bruto (PIB) este año, ha endurecido las posiciones.

La polarización, el conflicto, como estrategia para ganar electores, está a flor de piel. Otra vez a la gente se le sacó a la calle a protestar y hacer destrozos; las supuestas conspiraciones irrumpen en contra de la investidura Presidencial; el rechazo a alianzas que están surgiendo se acrecienta; y el “estás conmigo o estás en contra de nosotros”, se acuña en el discurso del Presidente; todas estas manifestaciones son más de lo mismo: la entrada a la antesala electoral.

El año que entra habrá elecciones federales y estatales, es una elección gigantesca con liderazgos políticos locales muy fuertes. Así, por primera vez, en 2021 las 32 entidades federativas tendrán una elección local el mismo día. En 15 de ellas habrá renovación de gobernador, de alcaldías y congreso, mientras que en 13 estados cambiarán ayuntamientos y diputados. En sólo dos se cambiará a legisladores locales y en otros dos más a los ediles. Empero, en la Cámara de Diputados se renovarán 500 puestos de este órgano legislativo.

La pregunta que priva es si Morena seguirá gozando de la preferencia popular o los estragos de una crisis económica, de enormes magnitudes, acabará pasando la factura, al igual que el sentimiento de una respuesta a la crisis sanitaria que dejó mucho que desear y cobró muchas vidas.

Sin embargo, la respuesta de la oposición ha sido débil, no han acabado por organizarse ni conciliado propuestas que conecten con la ciudadanía, sobre todo movida por un anhelo de una mayor inclusión social, oportunidades y transparencia. Así, la falta de credibilidad y liderazgos que sean contundentes, aún pesa.

El PRI sigue aturdido ante el fracaso electoral de 2018 y se tambalea como una fuerza política importante en el país, mientras que para el PRD podría ser ésta, la última elección. El PAN tiene sus posibilidades puestas en sus bastiones del Bajío y del norte del país. En tanto, Movimiento Ciudadano podría dar la sorpresa en el siguiente ejercicio electoral. Lo cierto es que, a nivel nacional, la oposición está desdibujada.

Muchas voces proponen que, para cambiar el mapa político nacional es necesaria una gran alianza de la oposición para crear un frente unido contra el partido guinda y mermar su poder, siendo que esta estrategia no es nueva y ha sido un recurso usado en el pasado para tratar de vencer a un partido fuerte. No obstante, la coalición, en esta ocasión, debe de crear una nueva propuesta, una nueva identidad que conecte y convenza a la ciudadanía, que votó en 2018 por un modelo político diferente.

Lo cierto es que la mesa está puesta para la contienda y las posiciones seguirán endureciéndose, mientras más nos acercamos al próximo 6 de junio. Ojalá, en toda esta encrucijada, sea la democracia la que verdaderamente gane, por el bien de todos.

Directora del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac en la Universidad Anáhuac México, campus Norte
Email: idea@anahuac.mx

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