“Pinta el mundo de naranja: ¡Financiar, responder, prevenir, recopilar!” es el tema de los 16 Días de activismo contra la violencia de género 2020 ,- campaña global desarrollada entre el 25 de noviembre (Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres) y hoy, 10 de diciembre (Día de los Derechos Humanos). Cada año son 16 días para visibilizar una de las violaciones a los derechos humanos más predominantes en el mundo: la violencia contra las mujeres, jóvenes y niñas.
La eliminación de todas las formas de violencia basadas en el género es una meta central para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas. La igualdad sustantiva entre todas las personas es fundamental para la construcción de un mundo pacífico, próspero y sostenible.
Se estima que una de cada tres mujeres a nivel mundial ha sido víctima de violencia física o sexual. Sin embargo, como menciona la señora Ghada Waly, Directora Ejecutiva de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC): “cuando las mujeres logran escapar de la violencia, suelen […] enfrentarse a estigmas, revictimizaciones, lagunas legales y respuestas de justicia penal inadecuadas. Por ello, es menos probable que los delitos relacionados a la violencia contra las mujeres sean denunciados y sancionados”.
Enraizar una cultura de igualdad entre hombres y mujeres posibilita el reconocimiento de la dignidad de todas las mujeres, jóvenes y niñas,
- factor clave para asegurar la incorporación de la perspectiva de género en las actuaciones del personal que integra las instituciones de seguridad pública y de procuración e impartición de justicia.
Hay que reconocer que no todas las víctimas o sobrevivientes de violencia son iguales. Existen diferentes características personales y circunstancias contextuales que incrementan su vulnerabilidad y las violaciones a sus derechos. Seamos sensibles respecto a cómo la discriminación por motivos de sexo y género está unida de manera indivisible a otros factores que afectan a las mujeres, jóvenes y niñas. Por ejemplo, la condición racial, el origen étnico, la discapacidad, la edad, la orientación sexual o identidad de género entre otros.
La aplicación del enfoque diferencial y la mirada interseccional como principio y guía para la acción nos permitirá modificar las acciones públicas dependiendo del contexto, las particularidades del caso y el grado de vulnerabilidad de las víctimas o sobrevivientes.
UNODC está comprometida a acompañar los esfuerzos locales y nacionales
para adoptar medidas y generar procesos de sensibilización y formación que enfaticen la necesidad de “eliminar todas las formas de discriminación sin dejar a nadie atrás ”, como dicta la Agenda 2030. La importancia de considerar los múltiples contextos y perfiles de las víctimas cobra especial relevancia para impulsar acciones que promuevan su empoderamiento y hacer efectivo su derecho de vivir una vida libre de violencia.
Aún existen grandes retos para la prevención, atención y erradicación de la violencia por razón de género. No obstante, encontramos en el sector público, privado y en las organizaciones de la sociedad civil aliadas fundamentales que, a través de múltiples iniciativas y estrategias, hacen frente a esta problemática. Nos sumamos a ellas y ellos para poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres, jóvenes y niñas.
Kristian Hölge
Representante, UNODC Mexico