El que se aventó “un gran clavado” en Yucatán, nos platican, es el diputado federal Rommel Pacheco Marrufo (PAN), pues en diferentes puntos del estado aparecieron espectaculares con su imagen y la leyenda “Rommel quiere ser gobernador”. Nos recuerdan que don Rommel había anunciado su intención de competir por la alcaldía de Mérida, por lo que irse por “la grande” de su estado sorprendió a “propios y extraños”, porque su carrera política apenas comienza, pero en el camino se encontrará con el alcalde de la capital Renán Barrera Concha (PAN), quien lleva tiempo suspirando por llegar a ser el mandatario estatal, y con el secretario de Educación, Liborio Vidal Aguilar, que también levantó la mano... la contienda pinta que ni mandada a hacer. ¡Bomba!

Secretos de confesión

Desde Zacatecas, nos cuentan que uno de los más críticos de la violencia en el estado ha sido el obispo Sigifredo Noriega Barceló, quien recibió una inusual visita y no precisamente para confesar sus pecados. Nos relatan que el prelado se reunió con el secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza; el secretario de Seguridad, Arturo Medina Mayoral, y el fiscal Francisco Murillo Ruiseco, quienes acudieron para mostrarle los avances y resultados oficiales contra la delincuencia. Y aunque don Sigifredo reconoció que fue muy productivo el acercamiento, dejó en claro que el problema no se ha resuelto del todo, ya que no sólo se debe medir la baja de homicidios, sino también las extorsiones, cobro de piso, asaltos en carreteras, etc., y aunque les dio un voto de confianza, bien dicen que “ni tanta vela que queme al santo, ni tanta que no lo alumbre”. ¡Amén!

De la presidencia a buscar oficina

A la que le tocará pensar en “cambio de aires”, nos comparten, es a la presidenta del Congreso de Chihuahua, Adriana Terrazas Porras (Morena), pues está por terminar su encomienda y anda “deshojando la margarita” para ver si busca la reelección en 2024 o se cuela a otra candidatura. Nos indican que doña Adriana anda aprovechando para dar entrevistas “a diestra y siniestra” y presumir lo que fue su presidencia, pero el que le cayó con la mala noticia, nos dicen, fue el coordinador de la bancada guinda, Cuauhtémoc Estrada Sotelo, quien le avisó que su anterior oficina estaba ocupada por asesores del partido, por lo que ahora tendrá que buscar un lugarcito. “El que se fue a la Villa, perdió su silla”, doña Adriana.

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