La que “tropezó y feo” en Querétaro, nos platican, fue la lideresa estatal del PRI y diputada federal, Abigail Arredondo Ramos, quien publicó en sus redes sociales una esquela lamentando el asesinato de Jesús Alberto Arteaga Montenegro, sobrino del priista Jorge Mario Montenegro Gutiérrez (exsecretario de Desarrollo Social del gobierno municipal de Colón), en la masacre del bar Los Cantaritos. Sin embargo, nos indican que, en sus redes sociales, la víctima presumía fotos con armas de grueso calibre, presuntamente era líder del huachicol en San Juan del Río y acompañaba ese trágico día a Fernando González Núñez, alias La Flaca, por lo que, al enterarse de quién era, doña Abigail desapareció su publicación y pidió no politizar el caso. Como dicen, “palo dado, ni Dios lo quita”. ¡Auch!
Le brota a panista lo intolerante
Tremenda polémica se armó en Guanajuato, nos cuentan, luego de que la diputada de MC Sandra Alicia Pedroza Orozco presentó su iniciativa para despenalizar el aborto voluntario hasta las 12 semanas de gestación. Sin embargo, nos señalan que “el negrito del arroz” fue el líder de la bancada panista, Jorge Espadas Galván, quien aseguró que “el aborto se debe sancionar, no despenalizar”, lo que causó la indignación y condena de colectivas feministas, que acusaron una posición regresiva y caprichosa frente a los derechos reproductivos de las mujeres en momentos donde están en una posición vulnerable. En boca cerrada no entran moscas, don Jorge.
Lo dejan con las ganas de ser líder
Al que dejaron “como novia de pueblo” en Sinaloa, nos comparten, fue al diputado local Pedro Villegas Lobo (Morena), pues andaba en busca de la dirigencia local de Morena y hasta pidió licencia a su cargo, pero con lo único que se quedó fue con el coraje. Nos detallan que la lideresa estatal morenista, Merary Villegas Sánchez, estaba en la disyuntiva de quedarse con la dirigencia o como diputada federal, ya que por estatutos no puede tener los dos cargos y decidió pedir licencia en San Lázaro y seguir al frente de Morena hasta el próximo año, lo cual enfureció a don Pedro, quien le mandó decir que es tiempo de renovación, o lo que es lo mismo, que “suelte el hueso”. ¡Zas!