En Jalisco, nos cuentan que el regidor de Zapopan y exalcalde de Tlajomulco, Alberto Uribe Camacho (Morena), anda como en el juego de “las estatuas de marfil”, pues aunque tiene en la mira ser candidato a la alcaldía de Zapopan o de Tlajomulco, por ahora prefiere “no mover un dedo” hasta que se resuelva la impugnación del excanciller y aspirante a la candidatura morenista presidencial, Marcelo Ebrard, al proceso de designación de Claudia Sheinbaum y aunque todo apunta a que su causa es como el “viaje del Titánic”, don Alberto está decidido a jugársela con don Marcelo, porque según asegura “hay riesgos de una elección de Estado”. ¡Vaya lealtad!
¿Legisladora sólo de campañas?
En Chihuahua, nos platican que la diputada local Rosana Díaz Reyes (Morena) anda “de arriba para abajo”, pero no precisamente por trabajo, sino en busca de su próximo “hueso”, ya sea por la reelección o de la candidatura al Senado. Sin embargo, nos indican que doña Rosana “ha pasado de noche” en el Congreso local, pues pocos saben de ella, por lo que, para impulsar su imagen, hizo entrega de útiles escolares en varios municipios y fueron colocados decenas de espectaculares, de los cuales se deslindó, pues argumentó que fueron puestos por “una revista” que le hizo una entrevista “y muy amablemente se ofreció a promocionarla por todo el estado”. Cuanta generosidad, ¡Ah, Chihuahua!
¡Y todo para qué! en Chiapas
Desde Chiapas, nos comparten que el último filtro de Morena para la encuesta final dejó varias caras largas de los que no lograron colarse, a pesar de las giras y propaganda que derrocharon. Uno de ellos, nos platican, es el presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, Plácido Humberto Morales Vázquez (Morena), pero no todo está perdido, pues fue superado en la puja interna por su hermano, el alcalde de Tuxtla Gutiérrez, Carlos Orsoe Morales Vázquez (Morena). Otros que comprobaron que “del plato a la boca, se cae la sopa” fueron el diputado federal Jorge Luis Llaven Abarca (PVEM) y el expriista Roberto Albores Gleason (PT), a quienes dejaron “vestidos y alborotados”. Gracias por participar.