Desde Chihuahua, nos platican que el alcalde de la capital, Marco Bonilla Mendoza (PAN), resultó “mucho ruido y pocas nueces” tras presentar su último informe de gobierno de este periodo, pues repetirá en el cargo. Nos indican que don Marco presumió que lo acompañaría “la crema y nata” del panismo, con “figuras” como el excandidato en la Ciudad de México, Santiago Taboada; el alcalde electo de Zacatecas, Miguel Varela Pinedo, y hasta priistas como el gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, pero a la mera hora se quedó “como novia de pueblo”. Desde luego, acudió la gobernadora María Eugenia Campos (PAN) ¡Auch!
Deja dudas atención a seguridad
El que está como la Chimoltrufia, “como dice una cosa dice otra” en Guanajuato, nos cuentan, es el alcalde electo de Celaya, Juan Miguel Ramírez Sánchez (Morena), pues se había pronunciado a favor de la presencia de las fuerzas federales en su municipio y hasta habló de tener apalabrados 200 elementos de la Marina para labores de vigilancia. Sin embargo, nos recuerdan que la semana pasada se registraron cuatro masacres, justo cuando la Guardia Nacional y el Ejército se hicieron cargo de la seguridad pública local, por lo que ahora don Miguel reculó y anunció que mejor se enfocará en fortalecer a la policía municipal a partir del 10 de octubre cuando asuma el cargo, lo que levantó suspicacias. ¿Por qué tan cambiante don Miguel?
La hermandad Cuba-Michoacán
A pesar de que en la política “el horno no está para bollos”, nos comentan que, en La Piedad, Michoacán, fue inaugurado el libramiento Martí-Mercado (en honor al cubano José Martí y al michoacano Manuel Mercado) por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla (Morena) y el embajador de Cuba en México, Marcos Rodríguez Costa, entre otros funcionarios, el cual tuvo un costo de casi 400 millones de pesos. Sin embargo, nos dicen que no faltaron los detractores que criticaron la cercanía con el gobierno de la isla y peor “entripado” hicieron cuando fue izada la bandera cubana en todo lo alto de la obra junto a la mexicana. ¡Zas!