El que anda como “gato en casa ajena” en Zacatecas, nos platican, es el nuevo alcalde de Guadalupe, José Saldívar Alcalde (Morena), sustituto del destituido, prófugo y acusado de homicidio Julio César Chávez (Morena), pues cada vez que ve a la prensa huye y se esconde. Nos indican que para quitarle “lo escamado”, fue arropado por varios actores políticos, como el secretario general del gobierno estatal, Rodrigo Reyes Mugüerza; los alcaldes de Fresnillo y Zacatecas, Saúl Monreal Ávila (Morena) y Jorge Miranda Castro (PVEM), respectivamente, y hasta el gobernador David Monreal Ávila (Morena) y la superdelegada Verónica Díaz Robles (Morena), quienes acudieron para entregar diferentes apoyos y “encancharlo”, aunque la duda es si don José podrá con la carga o sólo tiene lo de “alcalde” en su apellido. ¡Zas!

Dejan “en visto” a góber Navarro

Desde Nayarit nos comparten que el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero (Morena) “se topó con pared”, pues su gabinete “no baila al son que él toca”. Nos cuentan que, como muestra, está lo ocurrido con los recientes incendios en el cerro de San Juan, a cuyas faldas se extiende la ciudad de Tepic y donde hay indicios para suponer que fueron provocados por aguacateros, empresas inmobiliarias o gente que explota bancos de materiales en la zona, por lo que desde hace más de un año don Miguel Ángel ha pedido a su equipo jurídico la creación de un decreto de protección para el cerro y así poder tener mayores elementos para actuar contra quienes lo depredan, pero es hora que no hay ni una sola propuesta. Así ni cómo.

Predicadores del desierto

Desde Chihuahua nos dicen que el fin de semana pasado anduvo “de arriba para abajo”, en el “estado grande”, la senadora Claudia Ruiz Massieu (PRI), promoviendo su proyecto para ser candidata a la presidencia en 2024. Nos indican que el exgobernador José Reyes Baeza Terrazas (PRI) estuvo como el “guía” por esas tierras, donde el priismo está casi extinto, sobre todo después del caso César Duarte (PRI), por lo que la visita de doña Claudia dejó a más de uno “con la ceja levantada” y hasta se comentó que fue “como predicar en el desierto”. ¡Ouch!