El que “no sale de una cuando ya está en otra”, nos cuentan, es el gobernador de Baja California Sur, Víctor Castro Cosío (Morena), pues nombró subsecretario general de Gobierno al exlíder estatal de Morena, Alberto Rentería Santana. Nos indican que el detalle es que don Alberto está inscrito en el Registro Nacional de Personas Sancionadas por Violencia Política contra las Mujeres, pero como fue sentenciado por el Tribunal Estatal Electoral en 2021, la Ley 3 de 3 no le aplica, o sea, no está impedido para el cargo, aunque colectivas feministas y funcionarias “levantaron la ceja”, pues le tocará dar seguimiento a programas sociales y seguridad, como el Párale a la Violencia, con el que don Víctor pretende disminuir los índices de agresiones contra mujeres. Ironías de la vida en la 4T.
Piden agua, les dan... ¡reloj!
Donde se están levantando muchas suspicacias, nos comentan, es en Sinaloa, pues el alcalde sustituto de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil (Morena), se aferró a construir un enorme reloj cerca del Parque Acuático. Nos indican que al edil le han llovido decenas de críticas, principalmente por parte de los habitantes de varias colonias que padecen largos periodos sin agua y reclaman que esos recursos se usen para obra pública y servicios, en vez de despilfarrar en un reloj que, por sus dimensiones y orientación, sólo podrá ser visto por los tripulantes de algún ovni. Además, acusaron que el proyecto tiene tufo a corrupción. ¿Será que a don Juan de Dios le falla el tiempo político?
Justicia, ¿para los cuates?
Desde Sonora, nos comentan que varios “se quedaron con la ceja levantada” ante la “eficacia” de la Fiscalía General de Justicia de Sonora, pues mientras varios casos “duermen el sueño de los justos”, avanza con rapidez la denuncia que interpuso la coordinadora de los diputados de Morena, Ernestina Castro Valenzuela, contra el periodista Jorge Morales Borbón, director del medio informativo 60 Segundos, por apodarla Lady Ladrillo, en alusión a su prepotencia. Nos explican que doña Ernestina alega violencia política de género por su condición de mujer, no como servidora pública o su desempeño, mientras que el comunicador afirma que se le intenta coartar su libertad de expresión y el mote es porque “se le subió el poder”, y mientras son “peras o manzanas”, ya fue citado a comparecer. Si así fueran para otros casos, se escuchó por ahí.