Desde Jalisco nos cuentan que el regidor de Guadalajara, Carlos Lomelí Bolaños (Morena) está en el “ojo del huracán”, pues parece que decidió hacer “campaña de brazos caídos”. Nos recuerdan que, a pesar de haber ganado la encuesta del proceso interno morenista, don Carlos fue bajado de la candidatura a gobernador por cuestiones de paridad de género y en su lugar quedó la expriista Claudia Delgadillo González (Morena). En su momento, don Carlos se alineó a las decisiones del partido, pero el pasado sábado no se paró en el arranque de la precampaña de doña Claudia, ni siquiera porque al evento acudió la “posesionaria del bastón de mando”, Claudia Sheinbaum (Morena). ¿Acaso aplicaría eso de “mucho ayuda el que no estorba”?
Equidad podría bajar varios “gallos”
El que anda “muy gallo” buscando la reelección en Sinaloa, nos comentan, es el alcalde de Ahome, Gerardo Vargas Landeros (Morena), pues se la pasa presumiendo que “le dará pelea en las urnas a los más pintados” y reta a la oposición a que le envíen a su mejor contendiente. Sin embargo, nos indican que, a pesar de que se le ve muy seguro de repetir en el cargo, la designación de candidaturas “se le puede ir como agua en las manos”, ya que el tema de la equidad de género juega un papel importante en las 18 alcaldías y se prevé que las mujeres estén en los municipios más grandes; uno de ellos, donde hoy gobierna don Gerardo. A ver si no se queda sólo con las ganas. ¡Auch!
Se siente el consentido de Morena
Como dicen que “nada es suficiente”, nos comparten que, en Chihuahua, el dos veces exalcalde de Ciudad Juárez y actual diputado federal Armando Cabada Alvídrez (Morena), aprovechó su “informe de actividades” para destaparse por la peleada candidatura morenista al Senado. Nos dicen que don Armando, quien alguna vez usó la bandera de “independiente”, en Morena anda como “niño en patio” y hasta presume que la dirigencia nacional lo tiene en buena estima y prácticamente “ya se vio” en un escaño, aunque sus detractores aseguran que su trabajo en San Lázaro a favor del estado dejó mucho qué desear y le recuerdan que “del plato a la boca, se cae la sopa”. ¡Qué tal!