Donde “están a uno” de ser “tierra de amor y paz”, nos cuentan, es en Zacatecas, o al menos eso presume el gobernador David Monreal Ávila (Morena). Nos indican que en un evento de entrega de patrullas a corporaciones de seguridad, don David afirmó que “ya casi, casi” está a punto de lograr la pacificación de la entidad por la estrategia implementada; que los datos de que estaba entre los primeros lugares de inseguridad “son cosa del pasado” y ya encarrerado anunció que de ahora en adelante ningún policía municipal ganará 5 o 6 mil pesos mensuales, porque ordenó la homologación de sueldos a 12 mil pesos mensuales para los uniformados, en los 58 municipios y, si a los alcaldes no les alcanza, dijo que su gobierno les ofrece pagar la mitad. ¡A sus órdenes, jefe!
¿Apunta exfuncionario priista a irse con corcholata?
El que anda “quemando sus naves” en Coahuila, nos platican, es el ahora exsecretario de Inversión Pública Productiva del estado, Gerardo Berlanga Gotés, pues renunció al gobierno estatal a meses de terminar su encargo. Nos relatan que don Gerardo llegó al cargo en abril de 2021 para revisar y administrar los proyectos de asociación público privados, entre otros menesteres, pero la relación con el gobernador Miguel Riquelme Solís (PRI) se desgastó en los últimos años, por lo que renunció argumentando “temas personales” y así lo anunció don Miguel, aunque dicen las malas lenguas que don Gerardo está apostando “sus canicas” en el equipo de Claudia Sheinbaum (Morena) en el estado. ¡Zas!
Eso de la política, ¡ya le gustó!
Desde Sinaloa, nos comparten que el alcalde de Guasave, Martín Ahumada Quintero (Morena), “ya le agarró cariño” a la presidencia municipal y podría buscar la reelección, pero por ahora es muy cauteloso y cuando le preguntan si va o no va, se limita a contestar “si no es niño, es niña”. Nos explican que don Martín es médico cardiólogo de profesión y como alcalde ha aprendido como los boxeadores: a trancazos, pues ha recibido golpes políticos en su administración desde afuera y dentro del ayuntamiento y hasta de morenistas, al grado de que estuvo a punto de “tirar la toalla”, por lo que ahora está “curado de espanto”, pero hay varios que quieren competirle por la candidatura y se frotan las manos para darle el segundo round. ¡Ding, ding!