Al que “le metieron gol” en la pelea de box del Canelo Álvarez en Jalisco, nos cuentan, fue al alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro (MC). Nos dicen que el coordinador de Morena en el Congreso local, José María Martínez, compró un boleto de ringside y acudió con una playera en la que criticó el costo de las rentas: “Pinches rentas caras en GDL. No más abusos”, lo que causó polémica en redes sociales. Nos dicen que a don Pablo no le quedó más que “ponerse los guantes” y acusó a don José de estar molesto porque tiene muchas propiedades en la Perla Tapatía que no ha podido rentar y le recomendó empezar a bajarle el precio ¡Qué tremendo gancho!
Dejan a Bonilla sin dientes
El que anda “mal y de malas” es el exgobernador de Baja California Jaime Bonilla Valdez (PT), pues, nos platican que en algunos sectores lo ven como un personaje de comedia, porque anda colándose a todos los eventos buscando ser el centro de atracción, cuando en las calles y pasillos se habla de su incapacidad como gobernante y que es el senador de peor desempeño. Sin embargo, nos indican, la dirigencia nacional del PT lo nombró comisionado político en la entidad, aunque “le leyeron la cartilla” y le advirtieron que no se meta en temas del Congreso local, ni se atreva a imponer a nadie de sus incondicionales en cargo alguno, o sea, que ahora sí lo dejaron atado de pies y manos. ¡Ouch!
Familiares peligrosos
Como dicen que “no hay fecha que no llegue, ni plazo que no se cumpla” en Durango, nos comparten, la alcaldesa de Gómez Palacio, Leticia Herrera Ale (PRI), tuvo que salir a “dar explicaciones” más a fuerza que de ganas. Nos relatan que doña Leticia comenzó a ser evasiva cuando trascendió que su sobrino y coordinador de su gabinete, Ernesto Herrera Reza, fue acusado de delincuencia organizada y fraude al gobierno federal por el caso Segalmex y requerido por la FGR y ¡zas! Que a doña Leticia “le da Covid”. Sin embargo, nos relatan, no contaba con que regresando a sus actividades el tema seguiría vivo y tuvo que dar la cara, para simplemente pedir que dejen a su sobrino defenderse, sin conjeturas. ¡Qué tal!