Donde la fiesta perdió brillo, nos señalan, fue en el Primer Lunes del Cerro de la Guelaguetza, pues funcionarios de la Secretaría de Gobierno de Oaxaca buscaron impedir a toda costa una protesta pacífica y silenciosa que realizaba la cineasta mixteca Ángeles Cruz para pedir la intervención de las autoridades en San Miguel El Grande ante la violencia en la región. Las y los funcionarios no sólo intimidaron a la artista, sino que también sacaron a empujones al fotógrafo de esta casa editorial, Edwin Hernández, a quien rompieron su acreditación de prensa, algo que no había sucedido en todos los años de cobertura de este evento, lo que deja en claro la poca tolerancia del gobierno de Salomón Jara (Morena) a las protestas ciudadanas y el trabajo de la prensa.
Nos cuentan que el Instituto Estatal Electoral de Jalisco inició formalmente con el proceso de extinción de los partidos locales Hagamos y Futuro, este último fundado y donde milita Pedro Kumamoto Aguilar. Nos detallan que “los futuristas”, quienes se vendían como diferentes a los partidos de siempre, no se salvaron a pesar de aliarse con Morena en la pasada elección, y aunque aspiran a que un tribunal los salve, la cosa parece complicada. Nos señalan que muchos reprochan que don Pedro está muy lejos de ser aquel joven político que en alguna ocasión venció a los partidos y ahora es cuestión de tiempo para que aprenda la mayor acrobacia de la política mexicana: el chapulineo. ¡Auch!
La que ahora “niega todo como San Pedro” en Sinaloa, nos comparten, es la dirigente estatal del PAN, Roxana Rubio Valdez, pues ante los malos resultados para su partido en el estado reconoce que fue un error la alianza con el PRI y PRD, porque en lugar de crecer, bajaron en alcaldías y curules. Nos indican que doña Roxana dijo que para el futuro es mejor que cada partido “se rasque con sus propias uñas”, aunque en el fondo algunos aseguran que lo que quiere es no quedar fuera de la renovación panista que se planea y prolongar su estancia en el cargo, aunque era de las más entusiasmadas con la “alianza opositora”. ¿Se le habrá olvidado?