En pleno cambio de gobierno en Puebla, nos platican que llamó la atención la renuncia del fiscal estatal Gilberto Higuera Bernal, quien busca dedicarse “en cuerpo y alma” a contender para ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Nos explican que, si bien su salida ya se veía venir desde hace un par de días, “se alborotó el gallinero” con los posibles aspirantes a ocupar tan importante posición, quienes “se frotan las manos”, pero también aseguran algunos que le abrió la puerta al nuevo gobernador Alejandro Armenta Mier (Morena) para mover sus piezas y, con la mayoría morenista en el Congreso local, empezar su gestión con un nuevo fiscal, que varios desean que no sea “tan carnal”. ¡Qué tal!
La polémica carrera por la policía
A la que ya le gustó andar en la polémica en Baja California Sur, nos comentan, es a la alcaldesa de La Paz, Milena Quiroga Romero (Morena), con la convocatoria a la “tercera carrera con causa” en favor de la policía municipal. Nos indican que la funcionaria agradeció el “apoyo ciudadano” para equipar un gimnasio para los policías, y cómo no, si cobraron 450 pesos por cabeza, lo cual inquietó a sus detractores, quienes se preguntan si ¿de plano la austeridad alcanzó a la policía?; además, en el gremio de corredores (que siempre es solidario) hubo descontento porque a muchos les regatearon el cambio de talla en camisetas, pero en la carrera, los organizadores no pudieron ocultar el montón de casacas sobrantes. ¡Mal por todos lados!
Madrugando por una candidatura
El que “juega en el filo de la navaja” en Durango, nos platican, es el diputado federal Omar Enrique Castañeda González (MC), pues anda muy apuntado para ser el candidato naranja a la alcaldía de Gómez Palacio. Sin embargo, nos indican que en ese afán de “ganar notoriedad”, don Omar está bombardeando con mensajes de texto a los ciudadanos para “ponerse a sus órdenes” y aparece en espectaculares por todo el municipio, por lo que varios le recuerdan que “no por mucho madrugar, amanece más temprano” y en una de esas hasta se puede llevar una “tarjeta roja”. ¡Zas!