La que “se puso la soga en el cuello” en Puebla, nos platican, es la secretaria de Planeación y Finanzas estatal, Teresa Castro Corro, quien está en el cargo desde el mandato del finado Luis Miguel Barbosa (Morena). Nos relatan que la funcionaria compareció ante el Congreso local, donde reconoció que, a pesar de las alertas, se invirtieron 600 millones de pesos del erario en Accendo Banco, el cual fue declarado en quiebra, por lo que no hay certeza si ese dinero se podrá recuperar y justificó que previamente se habían invertido ahí más de 2 mil 600 millones de pesos sin ningún contratiempo, aunque sólo habían obtenido ganancias de poco más de 7 millones, por lo que varios piden su cabeza, pues al parecer le falló la calculadora. ¡Ouch!
Perderán todo, menos “el estilo”
Donde ven “mano negra”, nos cuentan, es en la elección de la dirigencia estatal del PRI en Sinaloa. Nos detallan que, de entrada, el presidente de la Comisión Estatal de Procesos Internos, Jesús Enrique Hernández, renunció debido a que la convocatoria estipulaba que el CEN tricolor tendrá que dar su aval a los aspirantes. Luego, se registró la dupla “de unidad” (la oficial), con Paola Gárate Valenzuela y Bernardino Antelo Esper, pero “al cuarto para las 12”, les apareció “reta” con la exalcaldesa del Fuerte, Nubia Ramos Carvajal, y el exaspirante a la alcaldía de Ahome, Marco Antonio Osuna Moreno, aunque, nos dicen, no tienen mucho futuro, pues se prevé que les achaquen “no cumplir con los requisitos”. ¡Genio y figura!
El “Porfirio” de la universidad
Donde se sintió un ambiente vintage, nos comparten, fue en la Universidad Autónoma de Guerrero, la cual realizó “elección” de rector. Nos detallan que del “baúl de los recuerdos” se sacaron todas las viejas prácticas, ya que hubo sólo un candidato y, ¿quién creen que fue? el de siempre: el dos veces rector y próximo nuevo rector, Javier Saldaña, quien desde hace 12 años no suelta el control de la institución. Además, durante la campaña hubo de todo: acarreo, cooptación de votos y presiones de los profesores sobre los estudiantes al grado de que estudiantes y algunos académicos acusaron a don Javier de quererse perpetuar en el cargo. ¿Y el cambio generacional?