Donde “va a salir más caro el caldo que las albóndigas”, nos platican, es en Veracruz, según por aplicar eso de “la austeridad”. Nos relatan que desde el año pasado el gobierno de Cuitláhuac García (Morena) comenzó el programa de cambio de placas por unas de color guinda, y han sido constantes las amenazas por parte de las autoridades a la población para que hagan el canje o se aplicarán multas, por lo que miles de automovilistas se han apresurado a realizar el trámite. Sin embargo, nos aseguran, la “austeridad” aplicada por el secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco (Morena) ha hecho que las placas se despinten a las pocas semanas de ser entregadas, por lo que ya aclararon que serán repuestas. Bien dicen que “lo barato sale caro”, o será que “les dieron gato por liebre”.
“No me ayudes compadre”
El que terminó cometiendo “el oso” en Baja California Sur, nos cuentan, fue el secretario de Gobierno estatal, Homero Davis Castro (Morena), durante la visita de Adán Augusto López (Morena). Nos recuerdan que don Homero busca un escaño para 2024, por lo que movió a su gente en la organización (acarreo) para recibir a don Adán, pero al leer su discurso señaló muy seguro que “el dólar era una de las monedas más fuertes a nivel mundial”, en vez de decir que el peso, hasta que un alma caritativa lo corrigió, lo que desató las carcajadas de todos. Sin embargo, nos dicen que varios culpan del traspié a la empresa que lleva su comunicación, la cual es la misma con la que perdió el panista Francisco Pelayo la gubernatura en 2021. ¡A buen santo se encomienda!
Edil y auditor unidos por contrato
El que está “en el ojo del huracán” en Michoacán, nos comentan, es el alcalde de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar (PAN), pues “le cacharon” una asignación sospechosa que involucra a un funcionario estatal. Nos detallan que don Alfonso presuntamente adjudicó un contrato por alrededor de 37 millones de pesos en obras públicas a empresas vinculadas con el auditor del estado, Miguel Ángel Aguirre Avellaneda, y las cuales no han sido terminadas conforme a los plazos estipulados en los contratos, pero el colmo es: y ahora, ¿quién se encargará de auditar esos trabajos? Vaya dilema.