Desde Coahuila, nos comparten que al que no le quedó más remedio que “tragar sapos” fue al candidato al Senado por Morena Luis Fernando Salazar Fernández, luego de que el Instituto Nacional Electoral (INE) lo bajó a la segunda posición de la fórmula por razón de género y su lugar fue ocupado por Cecilia Guadiana Mandujano (Morena). Nos dicen que don Luis Fernando “hizo entripado”, pero salió a decir que lo importante era ganarle al exgobernador Miguel Riquelme Solís (PRI), de la alianza PRI-PAN-PRD, aunque en los pasillos se sabe que el candidato ya impugnó para que le regresen el ansiado primer lugar de la fórmula. ¿Qué tal?
Lucha entre petistas en Los Cabos
Donde va a arder Troya, nos dicen, es en Los Cabos, Baja California Sur, donde medirán fuerzas dos petistas: el candidato a la alcaldía de dicho municipio, Christian Agúndez Gómez, y el actual alcalde, Óscar Leggs Castro, quien buscaba la reelección e insiste en que el proceso interno estuvo amañado. Nos cuentan que ante los reclamos, la Comisión Nacional de Honor y Justicia de Morena se justificó y dijo que don Óscar ni se inscribió al proceso interno, pese a que desde noviembre pasado circulan sus constancias, por lo que el alcalde respondió que la candidatura de don Christian, hijo del exgobernador y experredista Narciso Agúndez Montaño, es “espuria”. ¿Será que se deja venir el “fuego amigo” contra la campaña del joven Christian?
Contienda peleada en Chihuahua
Desde Chihuahua, nos cuentan que el alcalde con licencia de la capital del estado, Marco Bonilla Mendoza (PAN), se declaró listo para hacer la campaña en busca de su reelección, aunque en realidad lleva dos meses preparando este gran momento. Nos indican que en los pasillos del ayuntamiento se dice que a don Marco, en el fondo, “sí le da algo de frío”, pues ahora sí ve la elección peleada, porque su principal contrincante será Miguel La Torre Sáenz (Morena), quien no es cualquier novato, pues ha sido regidor y diputado local y quiere aprovechar el peso de su partido, por lo que don Marco no desea perder el paso ni confiarse, ya que la disputa ahora sí que va en serio. ¡Cierren las puertas, señores!