Al que su fama no ayuda en Sinaloa, nos cuentan, es al diputado local Serapio Vargas Ramírez (Morena), pues la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Estatal Electoral le impuso medidas cautelares para que se comporte con sus compañeras. Nos explican que la diputada María del Rosario Osuna Gutiérrez (Partido Sinaloense) lo denunció por violencia política de género, ya que lo señala de ser irrespetuoso y agresivo hacia ella, pero además en los pasillos del Congreso local, don Serapio es conocido por su carácter impulsivo, proclive a ser irrespetuoso y lo recuerdan por promover la creación de una playa nudista en la bahía de Altata, a la que llamaba Bichi Beach y aunque don Serapio acusa “persecución política”, tendrá que tomar distancia de doña Rosario. ¡Qué tal!
Las fichas de las corcholatas
Donde parece casino, nos comentan, es en Tabasco, pues las apuestas están a todo lo que da para ver quién de los casi 10 suspirantes será “el o la mera mera” para candidato de Morena a gobernador. Nos detallan que, del grupo de Adán Augusto López Hernández, las cartas fuertes son la alcaldesa de Villahermosa, Yolanda Osuna Huerta, y César Raúl Ojeda Zubieta, mientras en el team Sheinbaum está el extitular de Fonatur Javier May Rodríguez y por Ricardo Monreal está la senadora Mónica Fernández Balboa, si el consejo nacional no incluye a otros más, pero mientras en el edén se puede escuchar “corre de correr y rueda de rodar”.
¿Armar a mujeres es la solución?
Quien levantó la polémica en el Congreso de Chihuahua, nos comparten, es la legisladora Andrea Flores Chacón (PAN), pues propuso que en el estado se permita que las mujeres porten armas con la intención de que se puedan defender ante alguna agresión. Sin embargo, nos dicen, la iniciativa causó polémica hasta entre los integrantes de su propia bancada, mientras la presidenta de la Legislatura, Adriana Terrazas Porras (Morena) dejó en claro que la portación de armas es un tema delicado y rechazó estar de acuerdo con la apertura de permisos, ya sean para hombres o mujeres, por lo que varios prevén que su propuesta caiga más rápido que el plomo. ¡Ouch!