Al que parece que se lo tragó la tierra en Chihuahua, no cuentan, es al contraalmirante Salvador González Guerrero, titular del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, pues a más de una semana del incendio que dejó 40 migrantes sin vida y 27 más heridos de gravedad, no se ha dejado ver ni por error.
Nos platican que parece que don Salvador está guardadito, esperando que pase la tormenta pues, aunque medios de comunicación, organizaciones civiles, representantes diplomáticos y los propios migrantes lo han buscado, nadie sabe dar señal de su paradero.
Lo más criticable es que a lo largo de esta emergencia, don Salvador no ha tenido ni un gesto de solidaridad con las víctimas o sus familias, y mucho menos con los migrantes que están desde hace una semana en plantón afuera del edificio del INM, exigiendo justicia por sus compañeros muertos. Ya veremos, si aprovechando las fechas, se da un milagro y resucita.