En el marco del Día Internacional para Eliminar la Violencia en contra de las Mujeres, es necesario visibilizar la situación que viven las mujeres en nuestro país. Datos oficiales señalan que de enero a octubre de este año, se han asesinado de manera violenta a 3 mil 168 mujeres y niñas.
Así es, en nuestro país se asesinan a más de 10 mujeres diariamente. Se presentan más de 600 denuncias por violencia doméstica cada día. Tan sólo en esta administración, han desaparecido más de 6 mil 300 mujeres. Y la venta de niñas con fines de matrimonio, persiste en distintos municipios de la montaña alta de Guerrero.
Comparando el periodo enero a octubre de 2020 con 2021, las denuncias por violencia familiar han tenido un incremento del 16%; las denuncias por violencia de género en un 4% y las denuncias por violación en un 28%.
Es obligado en estos 16 días de activismo a los que conmina la ONU, a llamar la atención sobre la violencia sistemática que viven las mujeres en México.
Ayer, el Presidente de la República decía que “seguimos apoyando, protegiendo a las mujeres, cuidándolas, enfrentando y combatiendo el feminicidio, toda la violencia en contra de las mujeres”. Pero con cifras tan lastimosas, es difícil creer que en su gobierno se estén realizando acciones concretas para frenar la violencia en contra de las mujeres.
La lucha para garantizar una vida libre de violencia a las mujeres, no es una moda. Es una obligación del Estado. Y queda claro que este gobierno no ha logrado ni disminuir, ni contener y mucho menos erradicar la violencia en contra de las mujeres. Los mismos datos oficiales lo demuestran.
Los hogares, los centros de trabajo, el transporte público, las escuelas, cada día son más inseguros y no cabe duda de que la pandemia ha potencializado la violencia que viven las mujeres. No podemos olvidar que en múltiples ocasiones, el Presidente de la República ha decidido no ver, no oír y no atender los reclamos de miles de mujeres que exigen justicia y verdad en nuestro país.
Las mujeres representamos más del 51% de la población mexicana, ocupamos más del 51% de las matrículas de las Universidades, representamos más del 52% de la población económicamente activa, y el gobierno sigue indolente ante los reclamos de quienes reclaman sus derechos.
No se trata de una dádiva o de una concesión graciosa, somos más de la mitad de la población y nuestros derechos deben ser garantizados.
Hoy más que nunca, las mujeres estamos luchando por las que no fueron escuchadas, por las asesinadas, por las violadas, por las desaparecidas, por las discriminadas, por todas las mujeres que merecen igualdad y justicia.
Es urgente que este gobierno, deje de ser machista y destine presupuestos suficientes, que realice políticas públicas y establezca una estrategia interinstitucional para detener la violencia y se protejan los derechos humanos de todas las mexicanas.
La lucha contra la violencia hacia las mujeres no es de solo un día. Es una lucha constante, desde todas las trincheras y de todos nosotros.