Es bien sabido que al presidente —que ya se va— no le gustan los contrapesos, ni la transparencia, ni que se deje al descubierto que es un violador sistemático de la Constitución. Por eso, está en contra de las instituciones autónomas e independientes. Le declaró la guerra al INE, al Inai y hoy, ataca al Poder Judicial y a sus trabajadores.
Para Palacio Nacional es imperdonable que los tribunales y la Corte hayan revertido sus decretazos y, por venganza, quiere paralizarlos presupuestalmente, sin embargo, extinguir los fideicomisos con los que cuenta el Poder Judicial impactará negativamente en los derechos laborales de la base trabajadora y pondrá en riesgo el acceso a la justicia en nuestro país.
Mientras estuvo al frente de la Corte el ministro Zaldívar, nunca mencionaron los “fideicomisos abusivos”, pero hoy que está la ministra Norma Piña, entonces quieren minar al Poder Judicial.
Es altamente preocupante que tanto el titular del Ejecutivo federal como sus legisladores, en lugar de fortalecer al Poder Judicial para que los mexicanos tengan justicia, se dediquen a lastimar a la Corte, al Consejo de la Judicatura Federal, al Tribunal Electoral y demás órganos jurisdiccionales. Es inadmisible que, sin escuchar el reclamo legítimo de los trabajadores del Poder Judicial, se denueste la labor que realizan día con día los secretarios, defensores de oficio, oficiales judiciales, actuarios, mecanógrafos, archivistas y a todo el personal que trabaja para el pueblo de México.
Esta historia ya la vivimos en 2020 con la extinción de los 109 fideicomisos públicos con los que destruyeron al campo, al turismo, la ciencia, la educación, incluso, los fondos destinados a atender los desastres naturales. ¿Dónde quedaron aquellos 64 mil millones de pesos de estos fideicomisos? Los usaron de manera discrecional para sus campañas y para mantener sus elefantes blancos. Dijeron que iban a presentar las pruebas sobre sus malos manejos, sin embargo, nunca lo hicieron.
Hoy, regatean el dinero del Poder Judicial, pero el gobierno federal no repara en los miles de millones de pesos que se han gastado en la refinería de Dos Bocas, que a la fecha sigue sin producir un solo barril de petróleo, o en el AIFA que sigue sin tener más de 80 vuelos al día. Es más, no han sancionado al responsable del robo de más de 15 mil millones de pesos de Segalmex y lo tienen escondido en la Secretaría de Gobernación.
La realidad es que el gobierno federal ha dilapidado el dinero de los mexicanos en actos de corrupción. No han sido buenos administradores y ahora, como no saben de dónde sacar dinero para el cochinito de Claudia Sheinbaum, quieren robarles su dinero a los trabajadores del Poder Judicial.
Claramente lo que Morena está haciendo no es una cuestión de dinero, es una revancha y una amenaza para todo aquel que quiera contrariar al Presidente de la República.
El pilón:
En próximos días, Morena aprobará un paquete económico irresponsable, que endeuda más al país y que es insensible con las causas del pueblo de México.
Afortunadamente, Xóchitl Gálvez sí sabe hacer las cosas y propone un presupuesto que aumenta la inversión en salud, fortalece la seguridad, combate la violencia y está pensado en cubrir las necesidades de los mexicanos.
Ya basta de que el dinero sea utilizado para los caprichos de quien vive en Palacio Nacional.
Senadora de la República