Un año antes de que se lleve a cabo la jornada electoral por las gubernaturas del Estado de México y Coahuila, y a dos años de la elección para la Presidencia de la República, Morena pisoteó la ley y organizó un evento electorero en Toluca.
Con total descaro, servidores públicos federales, legisladores y gobernadores se fueron a hacer campaña. Las corcholatas del Presidente , es decir, el secretario de Gobernación, el Canciller y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, se fueron a placear y dejaron tiradas sus responsabilidades para irse de matraqueros.
El despliegue de propaganda el fin de semana fue vergonzoso. ¿De dónde sale el dinero para pagar las lonas, las vallas móviles y las bardas? ¿Será acaso de la delincuencia o desvío de recursos públicos? Lo que sí, es que fue parte de un espectáculo para demostrarse, entre ellos, quién llevaba más acarreados. Sin duda, muestra que su obsesión por el poder no tiene límites y no les importa llevar al país al precipicio con tal de conseguir poder y dinero.
Por cierto, mientras en Morena estaban concentrados en su competencia de porras, camisetas y mantas, este fin de semana pasó a la historia como el segundo más violento del 2022, con 257 personas asesinadas en todo el país, de acuerdo con los reportes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Dicen que por sus frutos se conoce un árbol y las prisas de Morena nos dejan claro, una vez más, que sus prioridades no son las mismas que tienen millones de mexicanos. Su único objetivo es electoral. Mientras los mexicanos que están enfermos no tienen medicamentos, no hay empleo y miles están de luto por la pérdida de un ser querido a consecuencia de la violencia, en Morena salen a echarse porras.
Con sus acciones, refrendan que hoy está en peligro la democracia, las instituciones que nos dan certeza, que velan por los derechos y las libertades que tanto nos han costado conseguir. Ponen en peligro los avances que hemos logrado como país. No respetan la ley ni el Estado de Derecho. Los morenistas están concentrados en las urnas, mientras el país se les deshace entre las manos.
A los miembros del crimen organizado, el gobierno federal los libera, los abraza. A las víctimas las ignora, a los periodistas los ataca y a los opositores los persigue. La impunidad campea en todos los ámbitos. En el país donde gobierna el narco, se puede robar con descaro y no pasa nada, pueden financiar ilegalmente campañas políticas y no pasa nada. Incluso los familiares del Presidente pueden recibir contratos millonarios, tener conflictos de interés y no pasa nada.
Morena viola las leyes electorales y creen que no va a pasar nada. Es tan burda y ofensiva la forma en que rompen la legalidad que hasta miembros de ese partido se indignan y lo señalan.
No saben ser demócratas y como saben que en 2024 se van, se lanzan desde ahorita cometiendo ilegalidades y violando la ley. No cabe duda: son lo peor que le pudo pasar a México.
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, planes para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.