Se cumplen dos días de que las fuerzas armadas del gobierno de la Federación Rusa incursionaron en territorio de Ucrania. Lo anterior, como resultado de la creciente crisis en Europa del Este.

Las primeras imágenes que se observan de la situación en Ucrania —tras los bombardeos—, reabren añejas cicatrices de preocupación y desolación. El derramamiento de sangre se suma a la crisis sanitaria en que aún se encuentra la humanidad.

México, como uno de los 10 miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, cuenta con una gran responsabilidad en el reciente conflicto bélico, ya que no solo debe alzar la voz y exigir se detenga esta incursión, sino también representar activamente a los países libres que rechazan una nueva guerra en el mundo.

Cabe recordar que cuando México ocupó la presidencia del Consejo de Seguridad, el titular del ejecutivo federal resaltó que los temas clave que el Estado mexicano impulsaría serían: La solución pacífica de controversias y el respeto al Estado de derecho. Ahora es buen momento para cumplir con lo dicho.

Las acciones deben ser contundentes. Adicional a las palabras del día de ayer del canciller Marcelo Ebrard Casaubón, en donde condena esta invasión y llama a un cese al fuego inmediato que permita una salida diplomática, se hace necesario que el primer mandatario, como jefe de estado, tome acciones personalmente y sea un elemento eficaz para la solución del conflicto.

Por otra parte, el Senado mexicano —como órgano encargado de evaluar la política exterior— debe unirse más allá de las diferencias partidistas o ideológicas para exigir que se detenga esta nueva ofensiva por parte de Rusia en contra de Ucrania. La cámara alta debe fijar una posición clara en donde se garanticen los derechos humanos de la población, particularmente de inocentes como lo son niñas, niños, adultos mayores y personas en situación de vulnerabilidad, que en la mayoría de las ocasiones son quienes sufren los mayores estragos. Es importante recordar que en diversos tratados internacionales se establece que los ataques deliberados contra infraestructura civiles, así como los ataques indiscriminados que maten o hieran a la población civil, constituyen crímenes de guerra y/o de lesa humanidad.

En ese sentido, México debe fomentar que todas las partes e intereses involucrados trabajen y se comprometan para alcanzar una pronta y duradera solución pacífica, dirigiéndose con la mayor prudencia y responsabilidad. Se deben respetar los principios que establece la Carta de las Naciones Unidas.

Es una oportunidad para que nuestro país sea promotor de la paz internacional, ya que cuenta con una larga y fructífera tradición diplomática y humanitaria. Es necesario que, en medio de una pandemia, que ha afectado a todo el planeta, los organismos multilaterales trabajen a favor de la paz para que el conflicto no escale y Rusia salga de territorio ucraniano.

Senadora de la República.

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