La inseguridad en el país es brutal. Se vive con miedo y terror. La tragedia que hoy atraviesa a Lagos de Moreno, Jalisco, ha puesto en luto a toda la nación. Cinco jóvenes desaparecieron a manos del crimen organizado y el gobierno federal sigue indolente ante las familias que esperan justicia.

Durante los cuatro años y medio de este gobierno, las cifras de asesinatos y de desapariciones han superado sus máximos históricos. Aunado a ello, los videos y fotos de las víctimas hacen evidente la claudicación del Estado mexicano ante la delincuencia organizada.

Que existan indicios de que los cinco jóvenes, que desaparecieron hace una semana en Jalisco, hayan sido obligados a asesinarse entre ellos es la muestra clara de que urge un cambio de estrategia en materia de seguridad. Los abrazos que López Obrador le da a los criminales han generado este ambiente de impunidad donde los delincuentes se sienten con el derecho de obligar a un joven a golpear o a matar en contra de su voluntad. Esta situación no puede continuar.

Es indignante que el titular del Ejecutivo federal evada su responsabilidad y trate de generar una cortina de humo para no hacerse cargo de sus malas decisiones y de su falta de resultados. A López Obrador le quedó grande el encargo de Presidente de la República.

Ante las preguntas de los periodistas sobre los jóvenes de Lagos de Morena, López Obrador hizo un chiste de mal gusto y al día siguiente dijo: “No escuché nada, nada…” de esa manera quiso justificar sus acciones.

Hoy por primera vez estoy de acuerdo con López Obrador, no escucha nada, nada. No escucha el clamor de justicia de las mamás que buscan a sus hijos. No escucha a los periodistas y defensores de derechos humanos que son agredidos. No escucha a los enfermos que no tienen medicamentos. No escucha al pueblo de México.

Ante esta situación que lastima a toda la nación, ¿de qué sirven las reuniones del gabinete de seguridad a las seis de la mañana? Porque hasta hoy no hay resultados. Es urgente que el gobierno rectifique su estrategia de seguridad. Morena ya le ha fallado a los jóvenes de Lagos de Moreno: Roberto Olmeda, Diego Lara, Uriel Galván, Dante Cedillo y Jaime Martínez, así como a miles de víctimas en todo el país.

Entre los fracasos de Morena -que son muchos- el que más duele es el de la violencia. Las carreteras de nuestro país son, por decir lo menos, inseguras. Existen lugares en donde han desaparecido a las autoridades y son los grupos armados quienes gobiernan. El 94% de la gente que es víctima de un delito no denuncia, ya que saben que la posibilidad de que los culpables sean sancionados es de menos del 1%. Más de 43 mil personas desaparecidas y más de 150 mil asesinatos, son hasta ahora lo que ha dejado López Obrador a su paso. Lamentablemente, estamos ante un Estado fallido.

El pilón

Ya no es solo la oposición quien afirma que hay desvío de recursos y acarreo a favor de la “fichita” favorita del Presidente de la República, sino el propio Marcelo Ebrard ha manifestado su desacuerdo por la forma en que se comporta el gobierno federal a través de, entre otras dependencias, la Secretaría de Bienestar.

Es necesario que estas declaraciones no se queden únicamente en el ámbito político, sino que la autoridad electoral investigue y ponga un alto a estos delitos.

Senadora de la República

Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, y muchas opciones más.