La seguridad pública es una obligación constitucional del Estado, por lo que ningún gobierno puede ser omiso. Las autoridades no deben esperar a que ocurra un hecho delictivo, sino que deben prevenirlo y en caso de que éste ocurra, deberá investigarse, perseguirse y sancionarse. Es urgente construir un clima de seguridad, de paz y de confianza institucional en nuestro país.
La inseguridad es un tema que lastima a las familias mexicanas. El país requiere de mecanismos eficientes de seguridad y fortalecer a sus cuerpos policiales. Hoy, las policías civiles, que son los primeros respondientes y quienes combaten a los delincuentes, no reciben capacitación, ni equipamiento, ni certificaciones, ni presupuesto.
Los alcaldes, gobernadores y el propio gobierno federal deberían conocer y aprender de experiencias nacionales e internacionales que les permitan generar condiciones de seguridad para sus propias comunidades.
En México tenemos tres claros ejemplos de que se puede combatir a la delincuencia: la alcaldía Benito Juárez en la Ciudad de México y los gobiernos de Querétaro y Yucatán. En esas tres administraciones, en promedio, 7 de cada 10 ciudadanos se sienten seguros. Según datos oficiales, en promedio, en las dos entidades federativas señaladas, se cometen 4 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, mientras que hay estados en los que se llegan a cometer hasta 93.
¿Por qué los gobiernos de Santiago Taboada, Mauricio Kuri y Mauricio Vila son tan exitosos en materia de seguridad pública? Porque tienen un compromiso con los mexicanos y han respaldado a sus cuerpos policiales. Las personas tienen la certeza de que, si llaman a la policía, a la hora que sea, éstos acudirán. Los ciudadanos confían en su policía, los conocen, los identifican, son parte de sus comunidades.
En Benito Juárez cuentan con una policía de proximidad de corte civil, que ha logrado generar una tendencia a la baja en el índice delictivo, porque hay un elemento policial y una patrulla dispuesto a perseguir al infractor. En Querétaro, si alguien intenta entrar a una casa, la policía acude para detener al delincuente. En Yucatán, si atropellan a alguien, inmediatamente la policía atiende la emergencia.
Se necesita fortalecer a las policías estatales y municipales. Que haya más patrullas y más elementos y se disminuya el tiempo de atención y respuesta. Se necesita dignificar a los cuerpos policiales, reconocer su labor, pagarles un salario justo, dotarlos de uniformes de calidad, brindar cursos de capacitación, certificarlos y destinar mayores recursos para equipo táctico.
La solución a un problema tan complejo como la inseguridad, no puede atacarse con medidas aisladas. Debe existir coordinación entre los distintos órdenes de gobierno para prevenir cualquier hecho delictivo. Es momento de recuperar nuestras calles.