Este miércoles, Morena, PES y PVEM perpetraron una de las peores violaciones a los derechos humanos en nuestro país al eliminar 109 fideicomisos y fondos públicos. Con ello dejan desprotegidos a víctimas, defensores de derechos humanos, periodistas, científicos, artistas, exbraceros y deportistas entre otros.
Cómo olvidar el 18 de febrero de 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la candidatura de Morena a la elección presidencial y en su discurso de protesta señaló claramente: “la promoción de la ciencia y la cultura serán consustanciales a todas las acciones del gobierno”.
Quién diría que dos años y medio después, el hoy Presidente López Obrador haya ordenado la desaparición de los fondos y fideicomisos, lo que significa el abandono de la ciencia, la cultura y, sobre todo, la imposibilidad de dar alivio a las víctimas de violencia.
El titular del ejecutivo federal ha acusado de corruptos, de ambiciosos y de soberbios, no sólo a quienes manejan los fondos de estos fideicomisos, sino a quienes reciben los estímulos. Acusarlos de corrupción es insensible e inhumano, pero además es mentira. Hay que decir las cosas como son: el presidente miente.
Si el Presidente insiste en que son corruptos, que diga quiénes y si de verdad quiere acabar con la corrupción, que diga cómo. No han mostrado evidencia concreta del mal uso de los fideicomisos, antes de destruirlos, debieron señalar los supuestos incumplimientos a las reglas de operación y denunciar a aquellos funcionarios corruptos, pero no, nada de eso hicieron.
Muchos de estos fondos llevan décadas funcionando. Nacieron en una época en la que la democratización del país era impostergable. De estos fondos y fideicomisos surgió investigación robusta, pero sobre todo independiente. Estas figuras fueron una respuesta a las exigencias de democratización del país.
Por ejemplo, de los fondos de cine surgieron películas tan críticas del propio gobierno como Hasta los Dientes, Presunto Culpable o La Ley de Herodes. La pregunta es ¿son corruptas las personas reconocidas nacional e internacionalmente en festivales como Cannes, Venecia, Berlín o Sundance?
Los fondos y fideicomisos son un espacio de libertad, de creatividad y de reparación. Son el reconocimiento de las limitaciones del Estado mexicano y la forma de repararlas, aunque sea mínimamente.
Este gobierno cada día vulnera más a quienes más lo necesitan. Escudados en sus 30 millones de votos están cometiendo violaciones a los derechos humanos y están pisoteando al futuro de México, sin embargo, habrá una ruta jurídica todavía por explorar, sin duda larga, sinuosa y compleja, pero necesaria:
1. Desde el legislativo, 33% de los integrantes de cualquiera de las Cámaras del Congreso de la Unión está facultado para presentar una acción de inconstitucionalidad.
2. Los gobernadores podrán interponer controversias constitucionales.
3. Y los beneficiarios podrán solicitar amparos ante un Juez de Distrito, con la posibilidad de llegar hasta la Suprema Corte.
Esta destrucción marcará a una generación completa, lamentable pero real.
Senadora de la República