Es la entidad federativa con menor extensión territorial de todo México. No obstante, es la segunda con mayor población a nivel nacional, vivimos en ella más de 9 millones de personas. Casi 300 mil se adscriben como indígenas, cerca de 200 mil como afrodescendientes y más de millón y medio tienen discapacidad.
Somos la entidad que más dinero le aporta a la federación. Datos del Inegi refieren que el 16 por ciento del Producto Interno Bruto nacional se genera en la CDMX. Además, al ser la capital del país, se conjugan diversas expresiones culturales. Su historia, arquitectura, museos, bosques, comercios, rascacielos, teatros, mercados, iglesias, gastronomía (quién no ha disfrutado unos ricos tacos al pastor en la capital), su gente la hacen una ciudad única y cosmopolita que pocas ciudades en el mundo pueden presumir.
Lamentablemente, en los últimos años, la inseguridad, la corrupción del gobierno y la falta de movilidad, tienen sumergida a la CDMX en una espiral de abandono.
Los ejemplos son claros, más de 5 mil personas han sido asesinadas bajo la administración de Claudia Sheinbaum. El abuso sexual, la violación, la extorsión, el robo a casa habitación, de autopartes y a negocios se ha incrementado según los datos del propio gobierno. Es más, 8 de cada 10 capitalinos consideran insegura la CDMX.
Según el World Justice Project, la Ciudad de México pasó del tercero al primer lugar con mayor corrupción. Los escándalos al interior del gobierno, con contratos a modo para las empresas afines al presidente de la República, con despojos orquestados desde la Fiscalía de la capital y con persecuciones políticas contra la oposición, son la muestra fiel de que el discurso de transparencia y rendición de cuentas, eran sólo eso, palabras.
La negligencia del gobierno capitalino ha traído consecuencias mortales para usuarios y trabajadores del Metro. Esta semana, un trabajador más del Metro ha muerto, ya son 30 las muertes en este sistema de transporte abandonado por Claudia Sheinbaum y Morena en la capital. Las inundaciones, fallas mecánicas, retrasos e incendios persisten ante la falta de mantenimiento y de recortes presupuestales.
Ante esta realidad es claro que la Ciudad de México debe tener un gran frente opositor que, de la mano con la ciudadanía, puedan regresarle su crecimiento económico, orden, innovación y transparencia al gobierno.
Hoy las áreas de oportunidad que tiene la capital del país son muchas: atraer inversiones que generen empleos. Dar certeza jurídica para que los emprendedores puedan desarrollarse. Tecnologizar y desburocratizar la administración pública.
Una nueva administración el próximo año estará obligada a escuchar a los jóvenes para que puedan desarrollar sus potencialidades. Sólo con los jóvenes, la ciudad se podrá transformar para mejorar. Según datos del Inegi, somos la entidad con mayor población joven (de 20 a 39 años).
Claramente las encuestas lo demuestran, ya no hay un respaldo de los capitalinos a Morena. La Ciudad de México merece un gobierno mejor y lo tendrá.
El pilón: Señora Yasmín Esquivel, hay que ser muy bribona para escudarse en una endeble resolución para ocultar su plagio. Deje de hacerle daño al Poder Judicial y por dignidad, mejor renuncie.
