Ni las amenazas, ni la violencia ejercida desde Palacio Nacional, mermaron a los ministros valientes. Ayer, con 9 votos a favor y 2 en contra, la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inválida la segunda parte del “Plan B” electoral promovido por López Obrador y con ello, demostraron que su tarea es defender a los mexicanos contra los caprichos de Morena.
Contrario a lo que ocurre en el Congreso mexicano, donde los legisladores del régimen, sin respetar el proceso legislativo, abusan de su mayoría para modificar leyes a su antojo y así cumplir con los pedimentos de López Obrador, en el máximo tribunal constitucional tuvieron congruencia en sus decisiones y de nueva cuenta hicieron valer la Constitución.
Los diputados y senadores de Morena se han olvidado de su compromiso de velar y respetar nuestra Carta magna. Mediante reformas hechas sobre las rodillas, han destruido a las instituciones y dañado a los mexicanos. Solamente cumplen con la voluntad del Ejecutivo federal.
Hemos escuchado a los legisladores de Morena decir que nadie puede rectificar sus decisiones, sin embargo, urge recordarles una vez más que nuestro país tiene un poder trifurcado y cuando se cometen ilegalidades, éstas deben ser corregidas. Para eso está la Corte.
Si para Morena ser representantes populares es sinónimo de obediencia ciega al señor que habita en Palacio Nacional, debo decirles que tienen su brújula perdida. Ser representante del pueblo implica respetar la norma, escuchar a las minorías, abrir el parlamento a los expertos y hacer públicas sus decisiones. Ser representante del pueblo significa ser independientes y velar por el bien común.
Gracias nuevamente a la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández y a los ministros Javier Laynez Potisek, Alberto Pérez Dayán, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Ana Margarita Ríos Farjat, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Juan Luis González Alcántara Carrancá y Luis María Aguilar Morales, por refrendar su compromiso con la Constitución, con el pueblo de México y con la democracia.
El pilón: El 24 de junio de 2021, el presidente López Obrador dijo: “A más tardar en un año está funcionando de nuevo la línea 12 con toda la seguridad, y es mi palabra”.
Pues ni palabra, ni Línea 12, porque ésta sigue sin funcionar a dos años de aquella promesa. Una muestra más de que este gobierno populista y corrupto no cumple y sólo miente.