“Hoy en día, el libro es algo que vive en los márgenes, y casi de reflejo, respecto a un magma en perpetuo cambio, que se manifiesta en las pantallas”, escribió Roberto Calasso , pero más allá de las tecnologías que se desarrollen para leer lenguajes, los libros siempre existirán.

Fue en un libro de Bohumil Hrabal , “Una soledad demasiado ruidosa”, en donde leí la historia de Hanta, un hombre modesto y sabio que trabajaba en una trituradora de papel. Debía destruir ciertos libros… pero Hanta era un melancólico y un sabio con hambre, pero era un hambre más bien de intelectual, por lo que salvaba los libros de esa destrucción.

Además de la censura, los libros luchan contra muchas plagas más: la desmemoria , el polvo, el fuego, los insectos o la insensatez de una sociedad que cree que leer es una banalidad.

¿Es México un país en donde importa leer? ¿Por qué es necesario leer en medio de todas las atrocidades que sufre este país? Al leer el periódico, o escuchar noticias sobre el país o sobre el mundo nos encontramos con la violencia, feminicidios, desapariciones, guerra...

¿Será que leer nos convierte en mejores personas? ¿Son los libros el remedio para toda la ola de desgracias que atravesamos? Por fortuna estas preguntas tendrán una respuesta diversa para cada lectora o lector. Y afortunadamente también tenemos ese recurso novedoso y que ha ganado terreno: el libro digital. De acuerdo con la más reciente encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los mexicanos cada vez leen más en formatos digitales. Para 2021 el porcentaje de adultos lectores que prefieren leer en digital se triplicó en relación con lo declarado por la población en 2016 (21.5% contra 6.8%) y resulta casi el doble de 2020, que fue de 12.3%

Creo de manera ferviente que los libros nos hacen tener los caminos más diversos para no llegar a ningún sitio, pero también para encontrar atajos, para perdernos y cuestionarnos. Los libros nos hacen pasear por senderos no planos de la realidad. Nos hacen salir mentalmente de nuestras casillas y rencontrarnos con las ideas, con el pensamiento, con la exploración de lenguajes…

La Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM) asegura que hay una reducción de al menos 18.8% en los libros publicados anualmente en México. ¿Para qué seguir publicando historias o fantasías ociosas sobre el mundo? Porque queremos experimentar con todos nuestros amigos y con los desconocidos las infinitas posibilidades de los libros. Porque un libro se desdobla en mil más. Porque quizás sea una idea romántica pero pienso que encontrar libros en tu camino, es una manera de resistir. En el bellísimo retrato que hace Alberto Savinio sobre Verdi, al que llama El hombre roble, Savinio, hermano del pintor Giorgio de Chirico, dice: “La música es una sociedad secreta”.

Me gustaría decir que los libros, las bibliotecas, el arte, es un conjunto de personas que buscan entre sí un lenguaje secreto. Y todos, sin saberlo, hemos sido invitados a participar en esa cofradía secreta de los libros. A veces hay que atravesar ciertas puertas, o abrir ciertas páginas. Hacer click en un vínculo para descubrir un texto que se repetirá por cien o mil años más.

Es intrascendente pensar en el fin del libro. Los libros, como ya lo dijo Umberto Eco, sobrevivirán a pesar de todos los formatos que los soporten: desde los papiros, hasta las pantallas de un Kindle o un audio en medio del más aterrador insomnio las historias se seguirán contando, leyendo, murmurando. En el siglo XI , Murasaki Shikibu, escribió “El libro de Genji”, y aún hoy nos sorprendemos leyendo en esa novela pasajes melancólicos en los que se asoman insectos, amores, perfumes, sensaciones y el dolor de la imposibilidad. Decidí mencionar la novela (parece infinita de tan grande que es) escrita por Shikibu porque es un libro que no he terminado de leer, que está allí en un estante, esperando. Los libros nos ofrecen esa posibilidad: permanecen y nos muestran algo profundo que solamente es posible descifrar en ese ritual silencioso que siempre será leer.

Habría que pensar en una celebración desaforada en este Día Internacional del libro . Merecemos todas las historias, por más fantasiosas que resulten, que nos permitan no hundirnos en la devastadora realidad. Los libros son también un remanso en medio de la tempestad. Merecemos poder llegar a casa y abrir un libro para que cesemos de viajar en el sinsentido de días tan macabros como los que a veces atravesamos.

*Karina Sosa es escritora y editora. Su primera novela es Caballo fantasma, Almadía 2020.  
Caballo fantasma, ganó el premio Primera Novela 2021, instituido por Presidencia de la República, a través de la Estrategia Nacional de Lectura, junto con la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y Amazon México.  
Actualmente está abierta la convocatoria para la edición 2022, que cerrará el 4 de mayo. Las bases completas se encuentran en: primeranovela.com 

Twitter: @lakarinas  
Instagram: @todojuntoyencursivas 

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