El tiempo pasa volando y estamos terminando el primer semestre de 2022, por lo que vale la pena destacar algo de lo más relevante que ha sucedido en el sector inmobiliario mexicano.
Sin duda, debemos empezar con el reciente anuncio del Banco de México de subir la tasa de interés de referencia a 7.75%. Desde hace meses, hemos experimentado a nivel global índices inflacionarios que no se veían hace décadas y hemos visto la puesta en marcha de distintas estrategias para frenar los efectos de esto. Los especialistas ya anunciaban este aumento y se sabe que es una tendencia que seguirá marcando los siguientes meses.
Si bien por cada incremento de 25 puntos base hay un ajuste en la tasa de interés del crédito hipotecario, se percibe una gran confianza de que el financiamiento a la vivienda se mantendrá competitivo y que no habrá afectaciones considerables en la colocación de nuevos créditos. De hecho, hoy se sabe que los portafolios hipotecarios en los bancos han tenido un crecimiento anualizado superior a 10% y que, pese a la pandemia, es uno de los que más ha crecido.
Es importante señalar que el aumento a la tasa de interés de referencia invariablemente impactará en la tasa de interés de crédito hipotecario, por lo que este es un buen momento para comprar casa o departamento, pues en la mayoría de los casos se pueden contratar créditos con seguros muy competitivos y a tasa fija para que los pagos de las mensualidades sean conocidos por toda la vida del crédito.
Otra buena noticia para el sector son los cambios en la normativa que llegaron de la mano de la NOM 247 y que buscan regular las actividades de diversos actores del mercado inmobiliario con el fin de reducir los fraudes y las malas prácticas.
La nueva norma impulsada por la Secretaría de Economía y el Infonavit principalmente busca garantizar la protección de los derechos de los consumidores ante inmobiliarias, constructoras, instituciones financieras, promotores y otros actores del mercado. Las penalizaciones para quienes no cumplan pueden llegar a 6.9 millones de pesos y eso, desde mi perspectiva, es un gran paso hacia la regulación del gremio en México, un tema que todavía tiene otras aristas pendientes.
Por otro lado, es interesante destacar la robustez que ha recuperado el mercado inmobiliario sobre todo en zonas turísticas, como Quintana Roo, donde se están desarrollando proyectos idóneos para invertir en bienes raíces, ya sea para habitarlos o para rentarlos dado sus altos niveles de plusvalía.
Una de las grandes ventajas en ese sentido es que varios desarrolladores todavía tienen inventario de 2021, es decir, edificios ya terminados que no reflejan el alza en los precios derivado de la inflación y el aumento en los costos de los materiales de construcción.
Y hablando de alquiler inmobiliario, también considero relevante subrayar que el potencial temor a la imposibilidad de comprar un inmueble podría generar una demanda en la renta y, a su vez, un incremento en los precios lo que podría favorecer la creación de una auténtica comunidad de inversionistas y desarrolladores que aprovechen esa área de oportunidad.
Finalmente, quisiera resaltar el gran paso que ha dado la tecnología aplicada al mundo de los bienes raíces no solo en los últimos meses, sino gracias al esfuerzo de años. La industria proptech, que hasta hace poco era ininteligible, movió cerca de 60 mil propiedades en todo México el año pasado, ha quintuplicado la inversión que recibe de venture capital (de 2020 a 2021) y ha ubicado a México entre los tres bastiones proptech de Latinoamérica.
CONSEJOS PARA PONER EN PRÁCTICA
Ante este escenario que por fortuna inclina la balanza a lo positivo, considero que habría que hacer algunas recomendaciones:
Al cliente final: sugiero enfocarse en las propiedades disponibles en el mercado para entrega inmediata, pues los desarrolladores suelen tener dificultades para vender las últimas unidades y normalmente están dispuestos a ofrecer descuentos importantes.
Además, debido a que el panorama de ventas podría ser más difícil en el futuro, nunca pensemos que no se puede negociar; al estar en un mercado donde quizá habrá menos compradores, la capacidad de renegociación va en aumento.
Al asesor inmobiliario: mi consejo siempre es actualizarse, conocer los cambios normativos, como los de la NOM 247 y otros para asegurarse de tener un paquete de herramientas legales actualizadas es fundamental para brindar certeza y confianza en sus clientes. El rol del asesor es descifrar la realidad económica para ofrecer asesoría de primer nivel y soluciones patrimoniales atractivas.
Por todo lo anterior, diría que el recuento de la primera mitad del año nos deja con buen sabor de boca y con grandes expectativas para la segunda parte del camino.
Twitter: @Kgoudiaby