En 2024, la elección presidencial de Estados Unidos tendrá en la boleta a Joe Biden contra un aspirante republicano. Las encuestas sugieren que esa persona podría ser Donald Trump. El presidente Biden anunció su reelección esta semana, el 25 de abril, en el cuarto aniversario del arranque de su campaña previa para las elecciones de 2020. Aunque, en realidad, esta es la cuarta ocasión en que busca la presidencia: su primer intento está en la historia, antes de la caída de la Unión Soviética, cuando el mundo era otro. Si consigue completar un segundo periodo en la Casa Blanca, Biden tendrá 86 años cuando abandone la Oficina Oval.
Esos dos factores, su edad y el desgaste natural por el tiempo que lleva en la política, pesan en su contra y nos ayudan a entender por qué el 70% de los estadounidenses no quería que se lanzara de nuevo, entre ellos el 50% de los demócratas. Pero en 2020 la candidatura de Biden fue la respuesta a una pregunta que hoy sigue abierta para el partido Demócrata: ¿quién entre sus filas tiene la mayor oportunidad de vencer a Trump en una elección general?
En el partido demócrata hay otros talentos: Gavin Newsom, gobernador de California, y Gretchen Whitmer, de Michigan, por mencionar algunos. Pero ningún político serio del mismo partido buscaría desestabilizar la campaña de un presidente que quiere reelegirse. Así que por ahora, no hay rivales importantes para Biden (solo Marianne Williamson y Robert F. Kennedy Jr., los dos con bajísimas posibilidades).
Y es verdad: la mayoría de los estadounidenses no querían volver a ver a Biden en la contienda. Pero sus números son mejores que los de Trump. Una encuesta del Wall Street Journal sugiere que, cuando los votantes tinen que escoger entre uno y otro, Biden tiene una ventaja del 54% sobre el 15% de Trump.
Nada está escrito aún. Trump, de 76 años, tiene primero que ganar las primarias republicanas (por ahora su ventaja crece sobre el gobernador de Florida, Ron DeSantis, su rival más próximo). Parece que la acusación formal que pesa en su contra en la Corte Criminal de Manhattan le ha dado impulso. Y tiene más casos pendientes: por los papeles secretos de Mar a Lago, por la supuesta interferencia en las elecciones en Georgia y por el ataque del 6 de enero al Capitolio, entre otros. Es posible que justo en la recta final de las campañas en 2024, el expresidente Trump esté en medio de un juicio.
Biden, por otra parte, tiene frente a él retos importantes. En teoría, un presidente que busca la reelección tiene como argumento su historial en el cargo, pero en la práctica las elecciones no son solo un referéndum a los logros de quien está en el cargo. Las campañas importan. Y el estado de la economía en 2024 también será crucial.
El camino aún es largo para los dos. Los dos serían los hombres más longevos en llegar a la Casa Blanca. En caso de concretarse, la secuela de Biden contra Trump en 2024, será el relato de un país cuyo futuro político descansará sobre hombros octogenarios.