Durante tres días, Guayaquil pareció un pueblo fantasma. Fueron las horas después del estado de excepción que a principios de año decretó el Presidente de Ecuador, Daniel Noboa. Los comercios cerraorn y la gente se refugió en sus casas. De noche, con el toque de queda de once a cinco de la mañana, las avenidas lucían desiertas. De día, con el miedo a que la violencia aumentara por la fuga de El Fito, el criminal más peligroso del país, las avenidas seguían desiertas.
Un ejército se apostaba frente al edificio del presidente, hijo del empresario más rico del país, Álvaro Noboa. Era la cuadra más segura de toda la ciudad. En su pent house, con vista al malecón, lo entrevisté el 12 de enero. Acababa de declarar la guerra a lo que él llama “los grupos terroristas” en Ecuador.
—¿Qué opina de Nayib Bukele, el Presidente de El Salvador? —le pregunté. Las similitudes son muchas: dos líderes políticos jóvenes, en dos países azotados por el crimen, que gozan de inmensa popularidad en su país.
—Opino que ha tenido éxitos y ha tenido fracasos, —me dijo con la pausa y el tono sereno con los que suele hablar.
—¿Le gusta o le molesta que lo comparen con él?
—Yo creo que me comparan por la situación de violencia que vivimos y por la mano dura, pero tenemos nuestras diferencias.
—¿Cuáles son sus diferencias?
—Yo sólo estaré en el cargo durante los términos que la Constitución me otorgue.
Pensé en esta entrevista el día de las elecciones en El Salvador. En ella, el Presidente de Ecuador hacía referencia a la polémica campaña de reelección del Presidente Nayib Bukele. Ahora, casi un mes después, la victoria era contundente. Antes de que los resultados oficiales se hicieran públicos, el mismo Bukele anunció su triunfo y aseguró que ganó el 85% de los votos.
Su éxito radica en su estrategia contra las pandillas. La vida en El Salvador se transformó gracias a su plan de seguridad. Según datos de la Policía Nacional Civil de El Salvador, cuando Nayib Bukele llegó al poder en 2019, había 38 homicidios por cada 100 mil habitantes. Hoy, hay 2.4 homicidios por cada 100 mil habitantes. De ser uno de los países más violentos del mundo, El Salvador es ahora uno de los más seguros del continente.
Bukele logró esto a través de un estado de excepcion que ha renovado en más de 20 ocasiones. Con el ejército en las calles, Bukele ha sido implacable. Se calcula que ha metido a unas 76 mil personas a prisión. De acuerdo con estimaciones del Financial Times, esto equivale a que uno de cada 45 adultos en El Salvador, está tras la rejas.
Amnisitía internacional asegura que la mayoría de estas detenciones durante el régimen de excepción han sido arbitrarias y muchas veces basadas sólo en la apariencia de los detenidos.
—El peligro de sacar al ejército a las calles, decretar un estado de excepción y declarar una guerra contra el terrorismo, es que siempre está la tentación de que la medida tome un carácter autoritario, —le insistí entonces al Presidente Noboa.
—Yo solo estaré en el cargo por el tiempo que la gente quiera, —repitió él.
Noboa tiene 18 meses para resolver la crisis de seguridad en su país antes de los próximos comicios, cuando podrá buscar la reelección. En Ecuador, la Constitución se lo permite.
Y Buekele, con su reelección, tendrá ahora cinco años más en un segundo periodo de gobierno. Sus primeros pasos serán reveladores.
@JulioVaqueiro