El 12 de junio del 2018, México se adhirió al “Convenio para la Protección de las Personas con respecto al Tratamiento Automatizado de Datos de Carácter Personal” (Convenio 108) y, con ello al “Protocolo Adicional relativo a las autoridades de Control y a los Flujos Transfronterizos de Datos”, los cuales entraron en vigor el 1° de octubre de 2018.

Sin embargo, en ese mismo año inició la modernización de los aludidos documentos a fin de atender los problemas emergentes para la protección de datos personales, surgiendo con ello el Protocolo de Enmienda al Convenio para la Protección de las Personas con respecto al Tratamiento Automatizado de Datos de Carácter Personal (Convenio 108 modernizado o Convenio 108 plus; o Convenio 108+), que se encuentra abierto a firma desde el 10 de octubre de 2018.

La necesidad de ratificar el Convenio 108 plus, nace a raíz de la firma y entrada en vigor del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que resalta la importancia del tráfico transfronterizo de los datos personales, con ello, nuestro país podrá contar con las herramientas necesarias al efecto de no solo lograr el apoyo internacional para el intercambio de información en relación con la defensa de datos personales de los particulares y el derecho al respeto a la vida privada; sino que también, la suscripción del Convenio 108+ y su eventual aplicación implicará el cumplimiento de carácter obligatorio por parte del Estado mexicano de acciones encaminadas a tales efectos y derivadas de este, que es el único tratado internacional en materia de protección de datos personales de carácter vinculatorio en una gran diversidad de países, lo que nos refiere a una preocupación universal en torno a esta materia y a la necesidad de atenderla.

Mientras el Convenio 108 original tenía el objetivo de garantizar el respeto de derechos y deberes de las personas físicas y el derecho a la vida privada con respecto al tratamiento de sus datos, el protocolo de modernización contiene un conjunto de adaptaciones y modificaciones en aspectos tales como el tipo de datos que se tratan, las instancias de cooperación entre autoridades de protección de datos, el rol del Comité Consultivo del Convenio, las bases legítimas de tratamiento, entre otras.

Vivimos en una época sin precedentes en cuanto al tratamiento de los datos personales de las personas, así como de los flujos y transferencias que de los mismos se hace, pues prácticamente todas las organizaciones hoy en día tratan y transfieren datos. El problema es que el activo en ese contexto, somos nosotros quienes buscamos información en torno a muy diversos temas y para ello debemos compartir primeramente la nuestra.

Es preciso que el Estado mexicano se plantee, con seriedad, lo que haremos en esta materia y comencemos con las adecuaciones necesarias a la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares, mismas que deben estar acordes con el capítulo 19 del T-MEC y demás normativa internacional en el que el Estado Mexicano sea parte.

El debate sobre garantizar la protección de los datos de las personas, y así su autodeterminación informativa, se ha acentuado con el uso inclemente de sus flujos en la economía global. Por un lado, se deben garantizar los datos personales y la privacidad; por otro, un mercado de datos abiertos parece ser un fundamental potenciador del crecimiento económico en este mundo digital. Sin embargo, la protección de los datos personales no debe estar reñida con el flujo continuo de datos.

En un mundo en el que son algoritmos e inteligencias artificiales las que tratan nuestros datos personales y los transfieren de un modo indiscriminado y al margen de todo control debemos voltear al exterior y expandir los alcances del diálogo internacional en torno a este tema para implementar soluciones efectivas que no solo cumplan formalmente los compromisos y obligaciones internacionales que en esta materia hemos contraído.

Es preciso darle contenido a esa forma y generar, desde ahora, las discusiones que nos permitan hacerlo.

Como país, región y continente debemos cerrar filas porque en torno a este tema, confluyen cuestiones y problemáticas muy variadas que no solo se relacionan con lo económico y su potenciación por medios digitales; sino que también se vinculan con lo político, lo ideológico y hasta con lo racial y étnico. Todo ello, en una zona del mundo en el que la migración y sus flujos, son cada vez más intensos y en la que el perfilamiento de personas por el tratamiento indebido de sus datos personales o sensibles podría dar lugar a discriminación y medidas desproporcionadas en su contra.

Es momento de tomar en serio estos temas, nuestros compromisos y nuestras perspectivas.

Comisionado Ciudadano del INFO CDMX 

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