El monto del crédito otorgado a los hogares mexicanos en septiembre de este año fue el más alto desde que el Banco de México (Banxico) tiene registro, mientras que la cartera vigente de empresas está muy cercana a recuperar los niveles prepandemia. La coyuntura actual de tasas de interés crecientes y perspectivas de crecimiento económico regulares incrementa sustantivamente el riesgo de una crisis de deuda interior, pérdidas de valor de las instituciones y activos financieros y perturbaciones en el funcionamiento de negocios y la actividad económica en general.

La tasa de interés de referencia alcanzó un nuevo máximo histórico de 10.0% en la última decisión de la Junta de Gobierno de Banxico, que representó el cuarto aumento consecutivo de 75 puntos base. De cara al futuro, los pronósticos para la inflación general de la máxima autoridad monetaria exhiben revisiones marginales a la baja, mientras que las correspondientes a la inflación subyacente se revisaron ligeramente al alza. Así, puede esperarse que la tasa de interés aumente en la última reunión del año de la Junta de Gobierno, el próximo 15 de diciembre.

De septiembre de 2021 al mismo mes de este año, los créditos se han encarecido en consecuencia. La Asociación de Bancos de México (ABM) señaló que el costo de los créditos personales se incrementó en 44.7%, los de tarjetas de crédito en 33.4%, el de nómina en 28.4%, el automotriz en 13.3%, el de Mipymes en 13.0% y el de grandes empresas en 8.4%.

El Costo Anual Total (CAT) promedio, que es una medida estandarizada del costo de financiamiento, lleva ya varios meses en una espiral ascendente y se ubica en su nivel más elevado desde mayo de 2019. A pesar de ello, tanto empresas como consumidores continúan solicitando créditos, lo que ha apuntalado el consumo privado en el mercado interior, que hila 17 meses con tasas de crecimiento anuales positivas.

Aunque la cartera vencida de los créditos a empresas privadas sigue disminuyendo respecto del máximo ocurrido en enero de este año, el consistente y veloz incremento de precios para consumidores ha tenido efectos sobre los hogares y sus niveles de impago de financiamiento. La cartera vencida en créditos al consumo ha acumulado cinco meses al alza, colocándose 6.3% por encima del nivel registrado en abril.

En Consultores Internacionales, S.C. pronosticamos un crecimiento económico al cierre de 2022 entre 1.5% y 1.9%, así como uno de 1.2% en 2023. Con un crecimiento regular, altas tasas de interés y presiones inflacionarias, tanto hogares como empresas podrían ver sus ingresos limitados o, incluso, recortados en términos reales. Un menor ingreso disponible aumentará sustancialmente los riesgos de impagos de todo tipo de financiamiento.

Si la morosidad continúa creciendo, los bancos comerciales deberán comenzar a hacer uso de sus reservas para evitar las pérdidas, o bien, aumentar aún más sus tasas de interés a los clientes que sí cumplen sus obligaciones en tiempo y forma. De cualquier manera, un menor influjo monetario limitaría su capacidad para emitir préstamos o solventar los retiros de efectivo de sus cuentahabientes. Los riesgos de una crisis de deuda interior no deben ser menospreciados.

Altos niveles de precios, tasas de interés históricas, consumo desacelerado y poco dinamismo económico forman un círculo perverso que podría tener repercusiones graves en el futuro. Es necesario recuperar la confianza de los agentes económicos, estimular la inversión, fortalecer la política empresarial con incentivos fiscales y robustecer el Estado de derecho para apuntalar el crecimiento económico y mitigar riesgos de disrupciones sustantivas.

Presidente de Consultores Internacionales, S.C.

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