Para nadie es un secreto que los eventos económicos y políticos en Estados Unidos son elementos altamente relevantes para México. La relación con nuestro vecino septentrional es estrecha y cada vez más intensa, si bien principalmente en lo comercial y laboral, ha quedado claro que existen fuertes vínculos sociales, culturales, de cooperación, entre otros.
El próximo 3 de noviembre será la elección presidencial en Estados Unidos y, sin lugar a duda, los resultados tendrán efectos en la economía mexicana. Es difícil hacer pronósticos; no obstante, nos permitimos poner sobre la mesa algunos elementos a considerar.
Si revisamos las estadísticas de crecimiento económico en Estados Unidos por períodos presidenciales, el cuatrienio de la administración del presidente Trump ha sido similar al primero del presidente Obama. La diferencia entre ambos es que, en el caso de Obama, su mandato experimentó un crecimiento económico moderado que se dirigió hacia a la recuperación, mientras que, en el caso de Trump, pasó de un crecimiento económico alto que concluirá con una caída económica, lo que expone las diversas carencias de su administración.
Esta elección será diferente por varias razones. La primera de ellas y más evidente es que se realizará posterior al confinamiento por la pandemia de Covid-19, e incluso probablemente en medio de un rebrote. Esto sin duda obligará a los contendientes a ser mucho más creativos, a hacer uso de redes sociales y otras herramientas de marketing de manera mucho más intensiva; consideramos que quien entienda de mejor manera el impacto de ellas tendrá mayores posibilidades de éxito.
Ha sido una estrategia normalizada del presidente Trump identificar culpables. Desde su primera campaña, México fue uno de ellos. De hecho, hace apenas unos días manifestó que ante los problemas que tiene México para enfrentar al Covid-19, principalmente en la frontera, queda de manifiesto otra vez la necesidad de construir el muro. Ahora también los nuevos culpables son China, la Organización Mundial de la Salud y, por supuesto, los integrantes del partido Demócrata, señalados por los fuertes problemas que enfrenta la economía estadounidense.
No obstante, de momento pareciera que las preferencias no están a favor del presidente Trump. La gestión de la pandemia ha generado fuertes críticas, enfado social sin precedentes, casi dos millones de casos confirmados, más de 100 mil muertes y una tasa de desempleo entre 13% y 14%, si a eso le sumamos las protestas sociales en Minneapolis por el caso de George Floyd y el plantear la posibilidad del uso del ejército contra los manifestantes, se ha generado un ambiente social complejo que podría costarle una gran cantidad de votos y que incluso ha generado fracturas en su gabinete y seguidores.
Un escenario en el que Trump no consiga ganar la elección es posible y deberá estar en las consideraciones de los diferentes actores económicos, aunque, por otro lado, no es sencillo tener claridad de si todos estos elementos serán capitalizados por los Demócratas, encabezados por Biden, el virtual candidato opositor. Dicho de otra forma, la elección será cerrada y únicamente queda seguir monitoreando conforme se acerque la jornada.
En su caso, la incertidumbre será la única constante en cualquiera de los escenarios. Ya sea si es Trump, Biden u otro contendiente, los efectos económicos son aún difíciles de estimar, y esta incertidumbre suele tener efectos negativos en las decisiones de los inversionistas, lo que no es una buena noticia para el crecimiento económico de México.
La elección presidencial de Estados Unidos, en el contexto que hemos descrito, nos deja situados en un panorama económico y político inédito.
Es menester para los actores económicos en México mantener los ojos abiertos, estar pendientes constantemente de las actividades electorales en Estados Unidos y por supuesto desarrollar de manera interna los escenarios ante los posibles resultados. Ciertamente, es imposible tener la más mínima injerencia en el proceso, pero sí es posible trazar planes y materializarlos conforme se acerca noviembre.
*Presidente de Consultores Internacionales, S.C.