Hace unos días, ya en medio de la crisis por la caída de los precios del petróleo y los temidos efectos del coronavirus (Covid-19), al finalizar una presentación de un plan estratégico a 10 años para uno de nuestros principales clientes, dos de los asistentes realizaron cuestionamientos muy similares y en el mismo sentido: ante tantos eventos disruptivos, ante la necesidad de resolver la inmediatez, ante una muy escaza interlocución con la actual administración, ante una crisis inminente, ¿vale la pena hacer planeación de largo plazo?
La respuesta es sí, aunque no parezca obvio. Uno de los más importantes economistas de la historia, John Maynard Keynes, argumentaba: “En el largo plazo, estaremos muertos”. Por supuesto, con el respeto que se merece, esta visión está superada; no sólo se trata de enfrentar coyunturas y sobreponerse, por el contrario, se trata de construir el largo plazo, el futuro. Es claro, los empresarios están observando que ante los dos grandes eventos coyunturales y disruptivos en este primer trimestre (Covid-19 y caída de precios del petróleo), las expectativas de crecimiento para 2020 se han ido ajustando a la baja.
En concordancia con las previsiones de las diferentes organizaciones internacionales sobre la disminución en el crecimiento mundial, para México se estima, al menos por ahora, una tasa de crecimiento mucho menor a la prevista a inicio de año.
En Consultores Internacionales. S.C. pronosticamos que durante 2020 el PIB podría crecer alrededor de 0.5%
Las empresas también observan aumentos en sus costos, derivados de los aumentos en el tipo de cambio, presiones fiscales, menores márgenes de maniobra, en algunos casos disminución en las ventas y por tanto en sus ingresos.
Es cierto, hay que sobreponerse, mantenerse a flote, pero también lo es que las crisis son un momento para replantear cómo se hacen las cosas. Durante una coyuntura, aquellas empresas o unidades de negocio que entienden mejor el entorno y realizan planes de largo plazo, tienen mayores probabilidades de tener éxito y sobreponerse.
Aunque parezca contraintuitivo, las crisis sirven para realizar ejercicios de autocrítica, de replanteamiento de objetivos, de desarrollo de nuevas estrategias y acciones específicas para cumplimentar sus metas.
Las empresas, ciertamente, se enfrentarán a la disyuntiva de si deben o no invertir, si deben esperar a que pase la crisis. La inacción lleva a la parálisis.
Con las medidas adecuadas, con la prudencia necesaria y acompañado de un análisis a conciencia, las empresas deben buscar nuevas alternativas, innovar y encontrar nuevas oportunidades donde no lo habían hecho antes. Es un buen momento de iniciar estrategias de marketing, por ejemplo en el canal digital, a través de redes sociales y de páginas web, sin importar el tamaño de su empresa.
Es tiempo de hacer uso del e-commerce, uno de los canales más dinámicos en los últimos años. En una frase, es necesario enfrentar la coyuntura con talento y actitud innovadora.
En este caso, más allá de una crisis, de un cambio en el ciclo económico de corto plazo estamos en un punto de inflexión, en un cambio de paradigma. No hay mejor forma de enfrentar este proceso que mediante la previsión y una visión de futuro, es mediante lo anterior que las empresas encontrarán objetivos claros, estrategias y acciones precisas para avanzar y en el camino encontrar terreno firme.
Es aconsejable no trabajar solo, sugerimos formar un equipo con los mejores colaboradores e iniciar el desarrollo de un plan, recurrir a expertos en los casos en los que se considere necesario y mantenerse en movimiento.
Hay que identificar oportunidades, hacer un análisis de los productos más dinámicos y de los más rentables, trabajar sobre ellos y plantear nuevas ideas sobre nuevos productos y servicios.
Nos enfrentamos a una severa crisis, no sólo a escala nacional sino en el ámbito internacional. Aun así, siempre habrá ganadores y perdedores. Aseguramos que, en el primer caso, nunca es por casualidad: todos tienen un plan y una visión de largo plazo.
Presidente de Consultores Internacionales, S.C.