Los líderes del G20 se reunieron el pasado fin de semana para emitir un llamado conjunto a la solidaridad y la cooperación ante las crisis sanitaria y económica provocadas por Covid-19. Subrayaron la necesidad de una recuperación sólida, sostenible, equilibrada e inclusiva. Como expresó en el encuentro el presidente López Obrador, para México era fundamental lograr esta muestra de unidad y responsabilidad social por parte de las principales economías del mundo.

La expresión de voluntad política del G20 orienta las discusiones en otros foros. En muchos casos sienta las bases necesarias para concretar acuerdos específicos de alcance global.

Para el Gobierno de México es fundamental el reconocimiento del grupo al papel de la Organización de Naciones Unidas y sus agencias, principalmente la Organización Mundial de la Salud, así como el apoyo pleno a todos los esfuerzos colaborativos para garantizar el acceso asequible y equitativo a las vacunas contra Covid-19. De especial relevancia es el mecanismo COVAX, del cual nuestro país es parte. Será necesario un esfuerzo sin precedente para lograr una amplia inmunización, por motivos de salud y para la recuperación económica.

En el ámbito sanitario, destaca el apoyo colectivo al enfoque de “Una Salud” (humana, animal, ambiental) para lograr mejores resultados de salud pública y en este contexto prevenir enfermedades que se trasmiten de animales a humanos. México impulsó también que se mantuviera la prioridad de las acciones hacia la cobertura universal de salud y para hacer frente a enfermedades no transmisibles como la diabetes e hipertensión.

En lo económico, se acordó extender hasta al menos junio de 2021 la suspensión del pago de servicio de deuda bilateral oficial por parte de los países menos desarrollados. El presidente de México puso sobre la mesa la importancia de apoyar hacia adelante a los países de renta media. Debemos avanzar juntos para apuntalar la recuperación económica global.

El G20 impulsó la reducción de los costos de las transferencias financieras trasfronterizas, incluyendo las remesas. Reafirmó la decisión de mantener el fenómeno migratorio en todas sus dimensiones como parte integral de su agenda. Promovió la igualdad de género, al comenzar a operar la alianza público-privada EMPOWER para aumentar la participación de las mujeres en posiciones de liderazgo. Llamó a avanzar en la criminalización del cohecho internacional y tuvo lugar la primera reunión de ministros del G20 encargados del combate a la corrupción. Todas estas decisiones reflejan planteamientos y prioridades mexicanas y fijan la ruta de los próximos años.

Los avances fueron posibles por el sentido de responsabilidad compartida del G20 y el compromiso de un gran número de funcionarios públicos en todas las reuniones ministeriales y grupos de trabajo. Bajo esquemas virtuales, sus sesiones muchas veces iniciaron a las tres o cuatro de la madrugada de México y concluyeron cuando ya salía el sol para nuestros colegas australianos. Aun así, el G20 reafirmó lo que es posible mediante el diálogo. Definió metas claras y fijó altas expectativas sobre lo que es posible construir.

En el G20, y en todos los foros internacionales, el Gobierno de México seguirá promoviendo un orden global más justo, inclusivo y solidario.

Subsecretario de Relaciones Exteriores.
@JulianVenturaV

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